LXXII

30.2K 1.9K 434
                                    

Harry no me dio tiempo para que yo pudiera, por lo menos, cambiar de blusa, ya que se sentía desesperado y a la vez emocionado de que fuéramos ya a ver a su madre, y claro, de que yo la conozca y ella a mí.

La verdad me sentía demasiado nerviosa.

No me siento igual de nerviosa como cuando conocí a los padres de Connor. Este tipo de nervios es como si fueran de aquellos de emoción, porque al fin podré conocer a la madre de Harry. Me siento especial aún, porque, aunque vengamos por su salud, me trajo hasta aquí para conocerla.

Caminamos unas cuantas calles hasta detenernos en frente de uña color verde seco, y los detalles estaban pintados de color beige. Teniendo un gran ventanal al frente. No era más grande que la de Harry, quizá era del mismo tamaño -por fuera-.

Harry me soltó la mano para poder tocar el timbre. Y mientras esperábamos a que nos abrieran, él peinó un poco su cabello, y yo aproveché para hacer lo mismo, haciendo que Harry me pusiera atención.

       - Tranquila, tú te ves bien como sea, Samantha - comenta, pero no sé si tomarlo como algo lindo ya que lo ha dicho de la forma más seria posible, o puede que yo esté exagerando.

Aun así es imposible que mis mejillas no se tornen a un color rosa, y más de lo común, ya que hace demasiado frío aquí.

Iba a decirle por lo menos gracias, pero en ese momento abrieron la puerta.

Lorraine no se sorprendió ni siquiera un poco de que hubiéramos llegado, es porque ella ya sabía que veníamos en camino, o por lo menos eso quiero pensar yo. Puedo jurar que le caigo mal a la hermana de Harry, y puedo decirlo por las muecas o acciones que ha estado haciendo desde que me la presentó Harry.

No sé qué tenga contra mí, o quizá sólo esté preocupada por su hermano menor de una chica como yo, que no sé exactamente cómo soy, o pueden ser celos de hermanas mayores. No me quiero ir de Londres creyendo que no le agrado a la hermana de Harry.

       - Mi mamá se ha dormido - comenta, mientras ambos vamos caminando detrás de ella hasta la sala de estar -. Se sentía muy cansada como para esperarlo - dice, para luego sentarse y agarrar entre sus manos la revista que había estado leyendo antes de que llegáramos.

        - Está bien - dice Harry -. ¿Y la abuela? - pregunta.

        - En la habitación, con mi mamá - dice, sin apartar la vista de la revista.

Eso se me ha hecho demasiado desagradable. Intento ignorarlo.

No solo es desagradable conmigo, sino también con Harry, con su propio hermano. Ni siquiera se ha puesto feliz de que haya regresado por un fin de semana, y todo lo hizo por su madre, porque en verdad se preocupó por ella, y la chica ni siquiera puede ver ese esfuerzo del él.

Harry tenía razón cuando me dijo que su hermana lo odiaba, sólo necesito saber si también es lo mismo con su mamá. No lo creo, y espero que no.

       - Oh, y se me había olvidado decirte - dice Lorraine, y esta vez sí mira hacia Harry -. Lo que me pediste que comprara está en la casa, en la habitación de mi mamá. En donde escondían los regalos de Navidad.

Harry asiente, y sin decirle gracias, me invita a sentarnos.

Dentro de la casa de la abuela de Harry, se sienten más los recuerdos y todo lo que se hizo en aquellos tiempos, en la infancia de Harry, mientras crecía, cada uno de los recuerdos que se vivieron aquí. Así se siente una casa de abuelos. En donde puedas llegar, sentarte y recordar las travesuras que hiciste junto con tus primos o solo.

Black | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora