Capítulo 4

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Se actualizó el 25/03/2024 a las 14:28 Hora Paraguaya 

Es el primero de septiembre la estación King Cros estaba repleta como siempre, pero este día es un día especial para muchas personas, dado que por primera vez se iba a ver en público a dos de los tres hijos de la familia Potter.

Hace cuatro año, le tocó el turno a Harry James Potter, su presencia en Hogwarts fue una verdadera bomba de tiempo. El primer factor fue el hecho de que fue asignado a Slytherin, casa totalmente opuesta a la de sus padres.

Segundo, fue el jugador más joven de Quiddicth. James Potter no sabía si estar orgulloso o enojado por eso, pero lo que, sí estaba seguro, es que Severus Snape fue la persona más contenta del mundo, al ver como James sufría al ver como humillaban a su adorada casa, y su hijo es el responsable de todo esto.

Una vista magnífica.

Tenía una de las mejores calificaciones del colegio, a simple vista parecía alguien frio, pero tenía sus toques bromistas. Pero su ingenio y astucia provocaba que él nunca sea el responsable.

Su principal víctima, la profesora McGonagall. Obviamente, el actuar de Harry fue totalmente culpa de James. Algo que solamente le trajo problemas al Lord de la casa Potter, debido a que todos, sus hijos tenían ésa toque bromista acompañado de ingenio.

Harry es un bromista silencioso y sarcástico, incluso cuando se burlaba de alguien, no lo notabas. Adrián es más explosivo, le gustaba impactar a las personas, provocando la carcajada de los demás, muy similar a su padre y tío. Y por último Aurora las bromas de la hija de Lily son despiadadas.

James sabía que el futuro de los merodeadores estaban en buenas manos, y la salud de la profesora McGonagall, eso sin duda alguna es un caso completamente distinto. Dado que Harry la quitaba de quicio en todos los aspectos.

Otra cosa que diferenciaba a los hijos de la familia Potter. La forma de actuar de los tres también es completamente diferente, Harry es tranquilo, no es alguien frio, dado que se sabía que hablaba con casi todos los alumnos de Hogwarts, principalmente con mujeres, un orgullo para James.

A Adrián le encantaba ser el centro de atención. No tenía problemas con la fama, y cuando sea jugador de quiddicth no iba a tener problemas, aunque ese ego es controlado por su madre, el chico no era tan idiota para desafiar a su madre.

Aurora, es fría, despreciaba a medio mundo, que solamente la vea como la hija de la familia Potter. Tenía pocos amigos, tres amigas en concreto y el resto, solo amigos de sus hermanos. No le molestaba la fama, pero odiaba a la gente que la miraba como si fuera un animal de feria.

Para suerte de James, los tres eran fanáticos del Quidditch, el sueño de James se hizo realidad. Harry y Aurora, son buenos cazadores, mientras que Adrián es un excelente buscador, lastimosamente Lily ya no deseaba más hijos, y el sueño de James de crear un equipo de Quiddicth se acabó.

¡Miren son los Potter! – Ese grito causó que todo el mundo se fijará en la familia, Harry educadamente saludo a todos, Adrián por otro lado comenzó a hacer pequeñas poses, para verse genial, lo que se ganó la mirada gélida de su madre.

Hermano, disfruta de la fama... cuando sea buscador ya no podrás disfrutarlo – Adrián le declaró la guerra, desde el minuto uno a Harry, es el Gryffindor de todo corazón, obviamente recibía el apoyo de su padre.

Sigue soñando renacuajo – Respondió Harry, con una sonrisa de superioridad en su rostro, debido a que hasta el momento, no importaba si un buscador atrapara la Stich, Slytherin siempre salía victorioso.

Lily miraba con una sonrisa la interacción entre sus hijos, como es de esperar el mayor siempre se salía con la suya, causando el enojo del menor. Las bromas, iban a venian, ante la mirada del resto de personas.

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