ɪ'ᴍ ᴛʜᴇ ᴄʜᴀʀᴍᴇʀ [ᴡɪɴʟɪx]

02

MinJeong se encontraba absorta viendo el techo de su habitación. Llevaba un buen tiempo recapitulando el acontecimiento vivido con Felix hace unas horas, ni siquiera había bajado a merendar como todos los días hacía junto a su abuela.

Dando un suspiro, mordió su labio ante la sensación que vino de golpe a todo su ser con sólo verlo a los ojos. Esos misteriosos pero hipnotizantes ojos.

Se preguntaba si todo eso que le dijo lo llevaría a cabo, ¿y ella cedería?.

—Dios, no puedo creer que esté considerando eso.—murmuró tapándose el rostro con su almohada.

Ya hasta pensaba que la urgida no era YuQi sino ella con esos pensamientos. No podía entregarse a alguien que apenas conoce.

—En absoluto, ni siquiera lo pienses Lee Felix.

Bufó colocándose sus audífonos, sin embargo, la puerta de su cuarto fue abierta por su abuela.

—Cariño, YuQi-ssi vino a verte—mencionó dejando la bandeja sobre el escritorio de MinJeong—. Te traje tu merienda, come y luego bajan a cenar. ¿Bien?.

—Gracias nana.

—Por nada mi cielo, haré pasar a tu amiga.

Segundos posteriores, la figura de su mejor amiga apareció en el marco de la puerta. Traía consigo un bolso pequeño y su mochila, eso indicaba que se quedaría a dormir.

—Como prometí, estoy aquí—menciona sonriente—. Vine a contarte el chisme y a oír el chisme, asi que querida MinJeong es mejor que sueltes todo lo que pasó entre tú y Lee Felix en esa terraza.—dijo sentándose en la cama de Kim.

MinJeong suspiró. Tal vez su amiga podría ayudarla con ese limbo que su nuevo compañero dejó rondando su mente.

YuQi abrió en grande su boca, no podía creer lo que MinJeong le había contado.

—Woah! Y después me llamas urgida a mí, no te tenía así, Kim.—ríe preparando su cama para dormir.

—Lo sigues siendo pero sólo que yo no avanzo como tú, Song—espetó—. Ni siquiera necesito saber el chisme tuyo y del profesor Hwang cuando sé bien qué sucedió en esa oficina.