❀⌜𝑬𝒏 𝒖𝒏 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓⌝❀ (Lucarinng // Natarinng) [En edición]

𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸

Lucasta se encontraba suspirando, acostado en su cama. Giró su cabeza encontrándose frente a frente con la ventana de su habitación, era un día nublado, en cualquier momento iba a llover y estaba preocupado por Natalan y Soarinng. Hoy saldrían tarde de la universidad y no los vio en todo el día.

Se sentó en la cama, esperaba que no pasara nada malo. Solo se limitó a mirar el cielo grisáceo, pensando en las distintas cosas que podrían hacer el fin de semana que se avecinaba. Se sentía emocionado.

Rápidamente sacó su celular y entró a sus redes sociales. Se sentía algo bajoneado en eso momento, por lo tanto, prendió su pc y avisó que haría un stream improvisado para perder el tiempo que le sobraba.

Pasaron unas 2 horas, terminó y apagó Stream. Se tronó los huesos de los dedos y Se concentró en ordenar las cosas para el próximo Directo.

Pasó 1 hora más y ya era noche. apagó su pc y bajo a la sala donde estaban sus amigos, Duxo y Locochon. Lucasta se acercó y se sentó con ellos, charlando y conversando tranquilamente con estos.

Locochon se ofreció a hacer un café para él y Duxo, pues a Lucasta no le gustaba mucho. 

Se sintió algo incómodo por la mirada de Duxo, este no dejaba de mirarlo y este lo notó, demasiado inseguro para decir algo. Pronto el chico con el pelo negro algo violeta soltó unas palabras, cayéndole como un balde de agua fría.

— ¿Qué clase de relación tienes con Soarinng y Natalan? —Su mirada era curiosa pero fría. Levantó una ceja y giró un poco su cabeza para el costado, recostándose en el sillón.

— Eh... Bueno, somos amigos. ¿Por? — Fue interrumpido pocos milisegundos después por un "¿Seguro?" y Lucasta miro al Suelo confundido. — Si... Solo somos amigos entre los tres. 

— Te gusta uno de ellos... ¿Cierto? — Le preguntó ablandando la expresión en su cara, mirándolo más cálidamente y regalándole una pequeña sonrisa dulce. — Puedes decírmelo.

Lucasta lo miró incrédulo, Duxo parecía una persona completamente diferente y mucho más confiable. Lo meditó un momento antes de volver la mirada al piso.

— Quizás... Estoy muy confundido... Hace unos meses sentía algo lindo por Soarinng, esa sensación de querer abrazarlo...pero luego Natalan empezó a confundirme. — Levantó su mirada a la de Duxo, viendo a este igualmente confundido, pero sorprendido de su confesión.

— Mierda... — Susurró Duxo, mirando a Lucasta. Paso su mano por su boca pensando un poco, hasta que llegó Locochon con los cafés.

— Hey, aquí está. — Exclamó el hombre joven con cola y orejas de lobo, entregándole el café a Duxo de forma animada. — ¿De qué hablaban?

La puerta se abrió y un Soarinng molesto venía discutiendo con un Natalan algo enfadado. Los chicos los miraron con sorpresa de esto. 

Natalan cerró con fuerza la puerta, dejando las llaves de su carro en la mesa.

— ¡Cállate! — Dijo Soarinng caminando a paso fuerte para su habitación, siendo seguido de atrás por Natalan.

— ¡¿Qué!? ¿Te molesta que diga la verdad? — Dijo con voz alta sin dejar se seguir a Soarinng.+

— ¡Si! ¡Más si viene de un idiota como tú! — Cerró la puerta de su cuarto con fuerza, trancándola y soltando su bolso al piso de su habitación.

— ¡Discúlpame por ser lógico! — Gritó y se fue a su habitación con enfado.

Los chicos que estaban en la sala se miraron entre sí, confundidos del pequeño espectáculo.

Lucasta Suspiró y fue a ver a Natalan mientras que Duxo y Locochon iban a la habitación de Soarinng para que no hiciera una estupidez.

Lucasta se encontró a un Natalan acostado viendo su teléfono con el ceño fruncido al abrir la puerta. La cerró atrás suyo y se acercó a su mejor amigo, mirándolo sin decir nada.

Natalan tampoco le dio mucha importancia, aunque igualmente miro para ver si era Soarinng. Luego de comprobar que no era él, siguió viendo su celular.

Lucasta se sentó en el borde de la cama. — ¿Qué paso?

— Soarinng se enojó por una mamada. — Dijo con una mueca, bloqueando su celular y dejándolo a un lado.

— ¿Por qué? 

— Estaba hablando con Roier y le dije a Soarinng que dejara de molestarme. — Murmuró un poco arrepentido de lo qué había dicho. — Pero es que él estaba siendo muy molesto y no dejaba de seguirme a todos lados.

— Vaya... Bueno, ni idea que decirte bro. — Dijo Lucasta sobando su nuca. — ¿Quieres disculparte con él? — Le preguntó.

— Si, pero es que me molesta que luego yo parezco el malo por decirle un par de cositas. — Confesó Natalan mirando al suelo de su habitación. — A veces simplemente no tengo paciencia.

Lucasta  miró con algo de pena por su amigo. — Simplemente eres así bro, no puedes hacer nada...

— No quiero parecer el malo... Yo no soy el malo... — Murmuro posando su mano sobre su rostro, cubriéndolo con algo de ansiedad.

... 

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