Becca: Almas Cruzadas.

Capítulo 1: El vuelo.

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En cuanto llegó a la academia se alistó emocionada para empezar su entrenamiento. Luego de unas horas su respiración estaba agitada, sentía un dolor intenso en la parte baja de la espalda, pero estaba feliz de haberle ganado a su contrincante, sonrió bajando del octágono para acercarse a su entrenador mientras se quitaba los guantes y él la miró negando, por lo que ella sabía que estaba por venir un sermón.

—Becca, ¿cuántas veces tengo que decirte que no debes luchar con tipos más grandes que tú? —la regañó el entrenador y se acercó sujetando una de sus manos para quitar le venda. —puedes tener una lesión grave, además de que no es momento para ese tipo de entrenamiento, de nada servirá que hayas sido seleccionada porque no te dejaré ir a la competencia internacional.

—Pero, no me pasó nada, al contrario, es mej...espere, ¡¿qué dijo?! —preguntó mirándolo incrédula. — ¡¿fui seleccionada?! ¡¿yo?! —al ver a su entrenador asentir ella soltó un chillido emocionada y lo abrazó con eufórica mientras daba pequeños saltos.

—Sí, fuiste seleccionada y sabes que te lo mereces. —aun escuchando las palabras del entrenador ella no podía creerlo hasta que él le entregó una carta y la abrió de inmediato. —míralo por ti misma.

Luego de leer un par de veces la carta se fue a los vestidores para dar una ducha rápida, al terminar se cambió y se fue del lugar, la sonrisa que tenía en su rostro era algo que nadie le iba a quitar. Al llegar a su casa le dio la noticia a su familia, los cuales la felicitaron, aunque estaban un poco temerosos de que Becca fuera a otro país, aun así, no podían detenerla, menos si había luchado tanto para esa oportunidad.

(Unas semanas después)

Durante las siguientes semanas Becca entreno más que nunca, claro que teniendo los cuidados necesarios para no lastimarse y de vez en cuando sus amigos iban a visitarla, cuando ellos se enteraron de su logró la felicitaron, además de hacerle una pequeña fiesta, en dónde descaradamente apostaron si iba a perder la pelea o no, sin embargo, eso no la ofendió, fue todo lo contrario, también apostó a su favor, estaba decidida a darlo todo en el combate.

Hoy era el día en que Becca por primera vez estaría en Inglaterra, estaba emocionada por conocer el lugar, tener nuevos amigos y sobre todo poder participar en el combate, ella había preparado todas sus cosas desde días antes, había revisado muchas veces lo que tenía empacado, asegurándose de no olvidar nada, por lo que en cuanto llegó la hora de ir al aeropuerto fue la primera en subir al auto.

Después de la emotiva despedida que tuvo Becca con su familia en el aeropuerto se dispuso a subir al avión, no sin antes dirigirles una última mirada a su madre, padre y hermana menor, los iba a extrañar, pero estaba segura en que los vería pronto. Al estar en su asiento se colocó el cinturón de seguridad, para luego mirar por la ventana el hermoso cielo despejado y el sol brillando sobre las nubes mientras sonreía por estar a punto de cumplir su sueño de ganar el campeonato mundial, por fin sentía que su esfuerzo había valido la pena después de tanto tiempo.

Ella desde los seis años tenía una pasión por las artes marciales mixtas y logró tener disciplina gracias a su padre quién la apoyó siendo su instructor desde pequeña hasta hace apenas unos años, además de su talento natural para ello. Había ganado varios torneos nacionales e internacionales convirtiéndose en una de las mejores de su país, pero su mayor sueño era ser campeona mundial y ahora tenía la oportunidad de demostrarlo. Fue seleccionada para representar a su país en el campeonato mundial de artes marciales mixtas, que se celebraría en Inglaterra, a pesar de que el miedo la invadía un poco se prometió dar lo mejor de sí, quería hacer sentir orgullosa a su familia, al igual que a su país.

Becca respiró hondo al cerrar sus ojos imaginando que subía al podio para recibir la medalla de oro, con el himno nacional de fondo, eso le ayudó a que el miedo se convirtiera en felicidad haciéndola pensar que nada podía salir mal...o eso quería creer, no quería pensar en que perdería, sin embargo, si llegase a existir esa posibilidad trataría de no deprimirse, porque por lo menos logró ser aceptada y pelearía en donde tanto anheló.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando de repente el avión empezó a temblar, aunque trataba de mantener la calma pensando que eran unas simples turbulencias, eso era algo normal, ¿no? sin embargo, el parpadeo de las luces la inquietaron, al escuchar un ruido ensordecedor el pánico se apoderó de ella, sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir que el avión perdía altura, mientras los demás pasajeros comenzaron a gritar, miró de reojo a las señoras a su lado se sujetaban de sus asientos casi rezando a gritos y a pesar de que las azafatas trataron de calmarlos el pánico comenzó a crecer.

Becca no entendía que estaba pasando hasta que unos hombres comenzaron a gritar que había fuego en el ala derecha del avión haciendo que se inclinara hacia ese lado. Ella sintió que el estómago se le revolvía y su corazón se quería salir del pecho, aunque quería llamar a su familia, a sus amigos no pudo hacerlo, sus manos seguían aferradas al asiento, solo podía rezar esperando que solo fuera una pesadilla por el estrés que estaba del combate, pero no fue así, todos esos gritos le hacían ver que no era una pesadilla.

El avión se estrelló contra los árboles provocando un enorme estruendo, mientras tanto la cabeza de Becca había impactado contra la ventana haciendo que la oscuridad la envolviera por completo mientras al mismo tiempo escuchaba un extraño susurro...

"Por el poder de los dioses antiguos, que rigen el destino de las almas, invoco el portal del tiempo y el espacio, a las almas errantes que buscan su destino en otros tiempos, escuchen mi voz y obedezcan mi orden, que mi espíritu abandone este cuerpo y cedan su lugar a quien su destino fue interrumpido, por el poder de la luna y el sol, por la sangre de la vida y la muerte, hagan el cambio y sellen el pacto."

(.....)

La noticia del choque del avión se había extendido rápido, lamentablemente los familiares tanto cómo de Becca, así cómo de los demás pasajeros se enteraron del terrible suceso por la televisión y de inmediato exigieron la búsqueda de los sobrevivientes, tenían la esperanza de que hubiera personas con vida. Aunque la policía buscó por la zona del accidente no encontraron nada, habían cerrado el caso luego de unos días, fue un accidente y sin sobrevivientes...Becca había muerto en el accidente de avión.

(......)

Becca sintió un dolor punzante que la hizo abrir sus ojos lentamente mientras escuchaba un fuerte pitido, lo último que recordaba era que estaba en el avión, los gritos y un fuerte impacto, después todo se volvió oscuro, ¿había sobrevivido al accidente? ¿acaso estaba muerta? Porque lo que estaba viendo a su alrededor no parecía precisamente el cielo, ¿estaba en el infierno? Ella sabía que no era una santa, sin embargo, no creía que fuese cómo para estar en el infierno...¿o sí? 

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