Becca, una luchadora de artes marciales mixtas, se despierta en un lugar que desafía toda lógica tras un accidente aéreo que la lleva a las noticias cómo desaparecida. sin embargo, ella emerge en un bosque. Su realidad se tambalea cuando se topa con...
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Becca jamás hubiera pensado que en algún punto de su vida iba ser tratada cómo una reina, literalmente, porque cuando despertó las chicas que siempre estaban detrás de ella la bañaron, cambiaron, llevaron el desayuno y por poco le limpiaban la nariz, pero se negó a que lo hicieran, aún no asimilaba estar en el cuerpo de otra persona, menos en el de una reina, pero era lo que había por el momento.
Mientras caminaba por el pasillo del palacio iba discutiendo con la señora Soo-Min de que iría sola a conocer el lugar, aunque no quería dejarla sola tuvo que hacerlo, sin embargo, tuvo que prometer que no se separaría de su guardia. Al salir del palacio se acercó a So-Min-Ho, el cual le hizo una reverencia, pero Becca solo le sonrió un poco incomoda, acostumbrarse a esto sería difícil para ella.
Ambos se subieron a los caballos partiendo hacia el pueblo que So-Min-Ho le dijo que había. Becca sonrió mirando el hermoso camino, sentía que por un momento el caos en su cabeza desaparecía, además él le parecía bastante agradable.
—Su majestad, creí que usted era muy buena montando, pero parece que le da un poco de miedo. —comentó So-Min-Ho mirando cómo su reina iba aferrada a las riendas.
—Ah...tuve un pequeño accidente cuando era niña con el caballo de mi abuelo y... —Becca se quedó callada al darse cuenta de lo que le estaba diciendo y se mordió el labio al ver la cara de confusión de So Min-Ho. —lo que quiero decir es que...tuve un pequeño accidente cuando traté de hacerlo sin que alguien me estuviera vigilando y me dan un poco de miedo.
—Entiendo, pero son un caballos muy nobles, solo deles una oportunidad, mi reina. —él dijo mientras acariciaba el lomo de su caballo. —bienvenida al pueblo, mi reina. —cuando dijo eso ella giró su cabeza mirando cada detalle del pueblo, se veía tan majestuoso el color del césped, las flores, las lindas casas, las personas riendo y algunas usando sus dones. —se que hace mucho tiempo no viene por aquí, pero sigue igual de hermoso.
—Wow...sí, es hermoso. —susurró Becca bajando del caballo con ayuda de So Min y les sonrió a las personas que la veían con asombro. — ¿por qué me miran así? —preguntó incomoda al observar cómo se junto la gente a su alrededor haciendo reverencia.
Después de la pequeña bienvenida caminaron con calma entre las calles del pueblo, en algunas ocasiones Becca veía cómo utilizaban los dones para su cosecha, reparar algunas cosas, hasta que llegaron a la sima de una pequeña colina, al mirar hacia abajo pudo notar que el lugar parecía sombrío, sin vida, en cambio el pueblo estaba lleno de color, fue aun más raro cuando la niebla se despejó un poco dejando ver algunas cosas en mal estado, por lo que ella se giró hacia So-Min-Ho confundida.
—¿Por qué esa parte del pueblo se ve así? Incluso se ve difícil el acceso a las casas. —frunció el ceño al ver que la única manera de bajar era por la colina en la que estaba parada, pero se veía bastante peligroso.
