Becca, una luchadora de artes marciales mixtas, se despierta en un lugar que desafía toda lógica tras un accidente aéreo que la lleva a las noticias cómo desaparecida. sin embargo, ella emerge en un bosque. Su realidad se tambalea cuando se topa con...
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No sabía cuánto tiempo llevaba mirándose al espejo, aun así, podía notar las extrañas miradas de las mujeres que estaban en la habitación, pero no podía salir sin ser perseguida. Frunció su ceño mirando a dos de esas mujeres y les pidió que se quedarán haciendo que las demás se retiraran de la habitación.
—¿Hay un lugar tranquilo en dónde pueda estar sola? —preguntó acercándose un poco más a ellas. —necesito...pensar en todo lo que está pasando sin nadie a mi alrededor.
—Pues...está su jardín, majestad. —dijo una de ellas mientras se ponía de pie. —solo entra usted, nosotros esperamos muy lejos del lugar porque le gusta pasar tiempo en privado, podemos llevarla, su majestad.
—¿En serio? Si...por favor. —Becca se levantó ahogando un gritó al apretar sus dientes por el dolor en su tobillo y sujetó los brazos de ambas mujeres para usarlas de apoyo mientras la guiaban al jardín. —wow...es muy lindo. —murmuró al llegar al lugar y frunció levemente el ceño al leer el nombre que estaba escrito en una piedra. — "Secretos de Cheonji."
—Ese es el nombre que eligió para su jardín, su majestad, nosotros no tenemos permitido entrar así que siéntase libre, estaremos esperando cerca por si nos necesita. —dijo la mujer y luego de hacer una reverencia se retiraron por lo que Becca entró admirando cada parte del lugar.
—Wow...realmente es hermoso. —siguió caminando hasta llegar a un enorme árbol y frunció su ceño cuando escuchó unos chistidos, aunque miró a su alrededor no veía a alguien más ahí. — ¿hola? ¿hay alguien aquí?
—Majestad, sé que esto te debe tener desconcertada y confundida, pero te explicaré todo lo que se, solo debes mantener la calma. —Becca miró perpleja al ave que estaba frente a ella parada en una rama.
—Ahora si me volví completamente loca. —susurró parpadeando un par de veces, pero el pájaro seguía ahí mirándola. —esto no puede ser real, no lo es, es imposible, ¿un pájaro que habla? creo que ya perdí mi poca estabilidad mental.
—Lo es, majestad, por favor ponme atención, tu llegada a esté cuerpo no es casualidad, la verdadera reina deseaba dejar este mundo para descansar en paz, sin embargo, no quería dejar esté reino desprotegido, en su búsqueda te encontró haciendo que sus destinos se entrelazarán. —Becca aún veía con incredulidad al pájaro mientras se dejaba caer en el suelo tratando de prestarle atención y no salir corriendo.
—¿Por qué yo? Esto no tiene sentido, estoy enloqueciendo o es una maldita broma. —susurró mirando a su alrededor para ver si encontraba alguna cámara. —¿y qué pasó con ella? ¿quieres decir que mi accidente fue por ese intercambio de almas?
—Así es, al interrumpir tu destino con aquel accidente, tu espíritu encontró refugio en el cuerpo de la reina, aquí, en una línea temporal donde lo sobrenatural es tan real como el aire que respiramos, tu alma ha encontrado un nuevo propósito, tienes una nueva oportunidad de vivir. —el pájaro dio un pequeño brinco para quedar sobre la pierna de Becca. — tienes una nueva vida que vivir y un reino que gobernar, pero sobre todo enemigos de los que te debes de cuidar, porque ellos piensan que eres la verdadera Yeonhwa, la reina.
