4:Pelea.

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Los problemas crecían en su cabeza no supo en qué momento se le ocurrió tal atrocidad, podía poner a sus hijos en peligro. ¿Que mierda pensaba? Estaba loca acaso, algo en su corazón le decía que estaba mal, que se alejara nuevamente de él. ¿Una mafia? Pfff, jamás creyó que manjiro lideraba una de las más grandes mafias de todo Japón, la número uno... NÚMERO UNO. y ahora sus hijos no se podían separar de los altos mandos de ese maldito edificio, las cosas pasaban tan rápido en su mente, ahora mismo estaba en una reunión y no estaba presentando atención en nada.

Su secretaria la veía de reojo y notando como estaba de distraída que no estaba oyendo nada de nada. Suspiro y negó con la cabeza, al albina seguida perdida en sus propios pensamientos, su pierna se movía de arriba a bajo mordiendo el interior de su mejilla.

—Señorita Kawaragi, ¿está de acuerdo con eso?

"¿Que dijo? Que mierda hablábamos.."

A-ah, si estoy de acuerdo.—

La reunión finalizó unas dos horas después, se fijó en su reloj 4:20 pm. Maldijo y tomo rápido su bolso para salir de la oficina, se despidió de sus empleados y subió a su auto rumbo a la escuela de sus hijos, manejó unos 10 minutos aparcó el auto y bajo con una pequeña risa al ver a sus mellizos, ambos salieron corriendo a donde su madre, su ceño se frunció ligeramente al ver el pómulo hinchado de su pequeño hiro, enojado guió su cabeza a la maestra que hizo una reverencia y huyó de ahí, suspiro profundo para subir al auto, miró por el retrovisor a sus hijos y espero que alguno hablara.

—Y bien? Hiro ¿qué pasó?, tu rostro.—

H: No es nada mami... hablamos en casa.—

—Vamos donde tú padre. Hablamos allá.—

Arrancó el auto en un silencio incómodo, aceleró apretando con algo de fuerza se metió por una larga carretera rodeado de muchos árboles, a lo lejos se pudo ver una mansión custodiada por muchos guardias con armas, pito para que le abrieran el portón, se adentró y estacionó el auto, ambos niños entraron corriendo a la mansión. Llegaron a la sala viendo como estaba todos allí, las miradas se posaron sobre los dos. Amelia sonrió en grande y corrió hasta donde haruchiyo y se tiró sobre sus brazos besando amabas mejillas, desde que conoció al Akashi los dos tuvieron una fuerte conexión de sobrina a tío. El pelirosa sonrió y acurruco a la rubia en sus brazos, manjiro dejó una caricia en su cabello seguido de los demás.

A: Hoy hiro se peleó en la escuela, y ganó.—

M: ¿Como? Una pelea. ¿Hiro?—

H: No pienso disculparme con ese idiota. Solo defendí a Melia...—

Los adultos se miraron entre ellos algo confundidos, no entendían bien a los niños. Senju se acercó a su hijo para tomar sus mejillas y verlo fijamente.

—¿Defenderla de que? Kawaragi, te estoy hablando. De que defendiste a tu hermana?

El cuerpo del menor se tensó levemente al oír su apellido ser pronunciado con algo de molestia, miró a su papá de reojo el cual mantenía el ceño algo fruncido.

H: Unos idiotas la estaban molestando... intentaron levantar su falda! No iba a permitir que alguien le hiciera algo a mi hermanita... un hermano mayor cuida de su hermana menor..—

Los adultos se quedaron en silencio pero sus miradas decían otra cosa. Amelia se hizo algo pequeña en los brazos de su tío. Manjiro le arrebató a la menor de sus brazos y la sentó en sus piernas tomando su rostro entre sus manos.

M: No te  hicieron nada más? Estas bien?—

A: Yo estoy bien! Hiro me defendió!—

Manjiro sonrió levemente y se levantó dejando a la niña en el sofá, alzó a su hizo y acarició su mejilla besando su frente.

M: Bien hecho campeón, no deberías pelearte pero defendiste a su hermana.—

"Me recuerda un poco a mi cuando alguien se metía con Emma."

H: ¡Hmp! Solo YO la puedo molestar.

𝐄𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞𝐧.(𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 𝐱 𝐬𝐞𝐧𝐣𝐮.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora