7: Noches oscuras(+15)

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Las cosas en la casa estaban algo locas, todas las noches Amelia se despertaba en medio de la madrugada llorando. Al parecer el trauma fue bastante, y no lo juzgan, fue mucho para una niña de doce años. Un fuerte grito los alertó a todos el primero en levantarse fue hiro que salió corriendo a la habitación de Amelia, abrió la puerta y entró algo asustado, la rubia tenía los ojos llorosos, su pecho subía y bajaba. Rápido de subió a la cama y la abrazó. Acarició su espalda cuidadosamente, la puerta se abrió dejando ver a sus padres los cuales miraba ha Amelia fijamente.

-Hiro vuelve a tu habitación, nosotros nos encargamos.—

-No.— Murmuró el rubio cenizo mientras apretaba más a su hermana contra el, no la dejaría sola, menos cuando ella lo necesitaba más a nadie. No lo decía pero por El Fuerte lazo que ambos tenían todo lograba transmitirse.

4 años después.

Los sucesos del pasado todavía seguían allí, en la mente de todos, la más afectada terminó siendo Amelia, se volvió alguien muy frágil, casi como una muñeca de cristal, hiro era quien más la sobre protegía, era su pequeña joya. Odiaría que alguien le hiciera algo a su hermanita, desde lo sucedido con Amelia nadie volvió a tomar ese tema, ahora todos estaban algo ocupados como los trabajos. Los niños con el colegio.

Unos pasos resonaron por el comedor, una rubia entró al comedor sonriendo levemente al ver como todos estaba desayunando, se sentó al lado de hiro el cual le acercó un yogur con fresas.

-Come no quiero que te desmayes, tenemos examen de matemáticas.—

-¿¡QUE!? Nooo, hiro dime que no.— La rubia lloriqueo dejando caer su cabeza a la mesa, el golpe no se sintió ya que hiro puso su mano en la mesa para que no se golpeara. Manjiro carraspeó la garganta llamando la atención de los menores.

-El chofer los llevará hoy, ¿pueden volver solos?

-Si papá.—

-No me gusta caminar! Me canso muy rápidooo.— Todos soltaron un suspiro pesado, sabían que la rubia diría eso, Amelia odiaba caminar, siempre decía, "Para que voy a caminar, para eso me pusieron un chofer." El albino toco el puede de su nariz ya cansado, sabía que gran parte de eso era su culpa, mimo demasiado a Amelia y ahora estaba pagando las cosas, no era una adolescente que exigía cosas, era más alguien que se concentraba en sus estudios, lo único que pedía eran libros, libros de dibujo, esas cosas. Agradecía que no jodiera por salir de compras y eso.—

-Debes hacer algo de ejercicio, es bueno para tu salud. Amelia.—

-No importa, vendré en taxi.—

Las palabras quedaron en su boca cuando su hija se levantó de mesa y subió a la habitación, un pequeño tic empezó a resaltar en su ojo, la risa de hiro lo hizo enojarse un poco. Soltó un fuerte suspiro y negó con la cabeza.

-Es tú culpa papá, la consentiste mucho. Rindō cuando salgamos ve por Amelia, no la haré caminar.—

-Y tú mocoso?—

-Yo no, tengo cosas que hacer.—Eso se les hizo algo extraño a todos, una duda creció dentro de ellos, desde el año pasado hiro se estuvo comportando raro, DEMASIADO. Para ser verdad.—

Las 8:30 llegó y ambos gemelos estaban ya en su institución, hiro tenían su uniforme algo desarreglado mientras que Amelia lo tenía tal y como estaba en el reglamento. Fueron al patio donde sabían que estarían sus amigos. La más emocionada fue Amelia que se lanzó a los brazos de su mejor amiga, los chicos presentes hicieron una mueca de desagrado y se vieron entre sí imitando a ambas mujeres.

𝐄𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞𝐧.(𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 𝐱 𝐬𝐞𝐧𝐣𝐮.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora