XII

424 66 5
                                        

El camino no fue tan largo, las casa no eran una mansión pero eran lo suficientemente grandes para las diversas familias. Kara y Lena quienes tenían ya sus muebles empezaron a desempacar sus cosas y a acomodar los muebles... más Kara ya que al Lena estar embarazada no le permitía tomar cosas pesadas

—se siente como casa

—es porque estamos juntas, con nuestra familia

—es cierto, ahora quieres que pidamos comida o...

La puerta fue abruptamente abierta por las gemelas que eran seguidas por sus madres, Eliza fue la única con decencia y cerró la puerta dándose la vuelta

—¿que rayos Linda?

—perdón, antes de llegar nos desviamos por comida china... y si compre dumplins extras

La manada se acomodo al rededor de la mesa de café, salvo por las dos mujeres que ya no querían sentarse en el suelo, pasaron intercambiar anécdotas que las otras parejas no sabían hasta que Eliza se perdió en el recuerdo

—¿cariño?

—acabo de tener un recuerdo... tu metiéndote con mi nido

—creo que nunca me alcanzará la vida para pedirte perdón

—no vayan a tener más bebés

—si, a Lena y a mi nos dieron celos

—descuiden niñas, eso no va a pasar porque ya no tenemos edad para concebir

—además yo me ligue las trompas

—uff entonces quiero sexo salvaje esta noche

Mientras la pareja se besa, el par de gemelas se queja por las imágenes que ellas se estaban haciendo al respecto hasta que la puerta las trajo a la realidad, todas intercambiaron miradas pensando si alguna esperaba a alguien pero al darse cuenta de la negativa, las tres alfas se pusieron alerta y Lillian fue a abrí la puerta

—¿reunión familiar sin nosotras?

La voz de Alex hizo que el ambiente tenso desapareciera, las recién llegadas entraron en la casa para reunirse con el dúo de gemelas ya en el suelo, a ambas las pusieron al tanto sobre James y él porque la repentina mudanza, las recién llegadas asistieron y les contaron que había recibido el mensaje de Lena de múdate aquí y no le digas a nadie seguido de un link con la ubicación del lugar

—lo extraño fue que descubrimos que podemos comunicarnos mentalmente

—e escuchado de algunos compañeros que eso ocurre con las manadas

—creí que eso ocurría sólo con los destinados

—al parecer se debe a la evolución, antes un alfa y un omega se comunicaban entre sí por la necesidad del alfa en tener a salvo a su omega y los cachorros; pero con el paso del tiempo las familias se han unido y se mueven todas juntas en manada de ahí la comunicación

—cada alfa de una manada pude escuchar a las omegas y bise versa para cuando un omega esté en peligro el alfa más cercano llega para ponerla a salvo o protegerla sin importar que no sea su pareja

—vaya es mucha información, supongo que antes de unirse a nosotras investigaron mucho

Alex asintió y la verdad era que había buscado la forma de mantener a salvo a Andrea y a los futuros cachorros que amabas esperaban

«Andrea: es un buen momento para decirles»

«Alex: ¿no crees que deberíamos esperar un poco más?»

La pelirroja bebe algo de jugo de manzana (que se supone que es para las embarazada) mientras ve a su ya esposa la cual tiene una mirada muy intensa hacía ella

«Andrea: Alexandra me lo prometiste»

La omega mayor voltea a ver a la pareja con curiosidad y entrecierra los ojos en dirección a su hija mayor

«Eliza: un segundo, yo la llamo Alexandra cuando hace algo mal»

«Lillian: a huevo chismesito»

«Eliza: Lillian!»

Lillian puede sentir los ojos de su esposa sobre ella pero la alfa hace de todo para no hacer contacto visual con la misma, será alfa y todo pero es una gobernada

«Lena: que ellas lo digan cuando estén listan»

«Andrea: bueno Alex me prometió que se los diríamos a penas llegaramos»

«Morgana: vamos cuñada tienes nuestro apoyo»

—bien, bien... Andrea está en cinta

—eso son increíbles noticias

—¿porque querías esperar en contarnos Alex?

—creí que no era momento... es decir ustedes han tenido muchos problemas por culpa dé James

—si hija pero eso no significa que tú madre y yo no estemos felices por ustedes

—o que Lena y yo pensemos que no importa

—eres manada Alex, nos apoyamos entré todas

La alfa de cabello rojo pareció soltar el aire que llevaba conteniendo, se sintió feliz de que su familia no estuviera excluyéndola, sino todo lo contrario, lo que más querían era que estuvieran unidas.

                              *

Para la noche cada pareja se fue a su nuevo hogar, Morgana y Linda ya estaban agotadas; una vez que entraron en la cama se quedaron dormidas con sus cuerpos moviéndose hasta estar en posición de cucharas. La noche era bastante tranquila todo parecía perfecto hasta que un hombre horrendo se presentó en los sueños de Morgana

"Tu serás mí esposa, debiste haberlo sido hace años en nuestra otra vida, tu padre así lo había pactado"

pero él no era mí padre, me secuestro de bebé! Además durante aquella vida y está mi vida le pertenece a una sola alfa

"Esa insignificante alfa morirá en mis manos y tu serás mía como debió ser en un principio!"

Morgana despierta de golpe observando a su esposa quien tenía sus manos sobre su rostro, ella no pudo evitar romperse en sus brazos mientras su amada acariciaba su oscura melena durante una hora hasta que se volvió a dormir, la rubia aviso a las otras alfas que ya había pasado que probablemente había sido una horrible pesadilla o algún recuerdo de ella siendo parte de Camelot antes de escapar a Kripton, ojalá fuera eso y no un segundo hombre queriendo arruinar la vida de una pareja en una manada dé mujeres ¿sería que alguna ves en alguna vida tendrían paz? ¿O en cada reencarnación al encontrarse tendrían que pasar la vida huyendo de esos hombres? Linda fue la última en dormir aquella noche.

La herencia del lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora