Matrioska

Capitulo 1

Cerro abruptamente el libro, cansado de escuchar los gritos y peleas de sus padres los cuales estaban divorciándose ...por su culpa

Su madre es una mujer hermosa...pero con mal temperamento y malos hábitos, fumaba tanto que ni siquiera bañándose podía quitarse aquel apestoso olor a cigarro, cosa que molestaba a su padre, quien tenia una nariz bastante sensible, causando ligeras discusiones, haciendo así, que su madre salga de la casa por día solo para encontrarse con un hombre igual a ella.

Por otra parte, su padre es un hombre fornido, bastante fuerte y atractivo, teniendo el mal habito de comer de todo en exceso, cosa que molestaba a su madre, quien era la que traía la mayor parte del dinero a la casa, gastándolo en comida que no duraba lo suficiente, causando ligeras discusiones, haciendo así, que su padre salga de la casa para encontrarse con un hombre igual a el.

Miro su libro, escrito por su ancestra, justamente, la esposa del hombre que fue bendecido por los dioses, preguntándose acerca de aquel poder, tapándose la cara con la almohada.

-(Me pregunto...¿Por qué el abuelo no me conto nada?, solo me dio este libro viejo...)-Suspiro quitándose el objeto del rostro, observando a su madre entrar a su habitación, llena de cajas con sus objetos personales.-(Si lo hubiese sabido desde antes...no habría sucedido esto)

-¡De igual manera jamás te darán la custodia de Nikto!- Se escucho la voz de orgullo y con cierto tono de burla de la mujer, la cual siguió hablando.- Después de todo eres un gay asqueroso que no se merece ver a su propio hijo, ¡le pegaras esa maldita enfermedad!, tienes suerte de que el juez haya sido compasivo con un idiota como tu.-El hombre, sin aguantar aquel insulto, abofeteo a su ex esposa, haciéndola caer debido a la fuerza.-Ugh... idiota...

Nikto, al notar aquello llamo a la policía, había aprendido una cosa después de dos años de intensas peleas. Jamás meterse con ellos cuando uno golpeaba al otro.

-(Tiene razón... supongo)- Piensa, escuchando como los oficiales entraban a la casa, ninguno de los dos adultos estaba cuerdo, lanzando y golpeando, sobre todo el hombre, quien era increíblemente grande y fuerte.-(Ya quiero irme de aquí)

Se mordió el labio inferior, frunciendo el ceño, las voces de los adultos pronto se hizo lejana hasta el punto de ya no escucharse, haciendo que así, por fin pudiera respirar en paz.

-Por fin...- Murmura aliviado, tanto grito hacia que la cabeza le retumbara.- (Pronto me iré a otro país... así que ya no tendré que soportarlos a ambos juntos)-Sonrió, acurrucándose en el colchón vacío,¿que mejor que eso? ,cierto, no tendrá que ver al enfermo de su padre y no tendrá que escuchar las estúpidas cursilerías que le cuenta al imbécil de su amante.

A las pocas horas, los pasos ligeros de su madre se escucharon por detrás de la puerta.

-Es hora, saca todo para irnos.-Le ordena, tomando el cigarro que tenia en sus labios para suspirar, dejando salir el apestoso humo toxico.

Ambos salieron de la casa, dejando todo en el camión de mudanzas, había un policía vigilando que no haya más disturbios, y su padre estaba ahí, para despedirse.

-Nos vemos... hijo.-Le dice el hombre con una sonrisa al menor, el cual le miro con desdén.

-No me llames hijo, deje de tener un padre hace dos años, esta muerto.-Hablo Nikto, cerrando con fuerza la puerta del auto, por lo que su madre arranco. No miro atrás.