4. Ágata

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Londres.

06 de marzo del 2024.

Me armo de valor para decirlo.

Me armo de valor para decir a que quiero dedicarme excluyendo la astronomía por completo de mis planes a futuro, pero no logro terminar de hablar. Mamá me interrumpe directamente sin siquiera dudarlo.

-No- su voz es firme, mi mandíbula está apretada y noto como trago en seco.

Todos en la mesa nos observan y no sé si me veo decepcionada, pero papá toma mi mano encima de la mesa y mira a mamá con desconcierto.

Los ojos de mamá solo me observan y yo no sé ciertamente como descifrar esa mirada que me dedica. Ágata siempre ha sido una de las personas más dulces que conozco, solamente estricta si se trataba de mis notas. Desde que tengo uso de razón, mi madre siempre ha querido que estudie astronomía, no era como una decisión propia que podía tomar porque desde que era una niña, ella solo me contaba de su experiencia universitaria, el como elegir esa carrera la había hecho tan feliz y como ella deseaba lo mismo para mí.

En este momento no siento eso, no siento que esté pensando en mí. Siento que ella está siendo muy egoísta, no me está escuchando y solo me dedica esa mirada.

Siento que me tiembla el labio y mis ojos se humedecen, ¿por qué no puede escucharme? Solo quiero que me escuche.

Quiero que sepa que puedo lograr mucho, conseguir mis objetivos.

Pero ella no me escucha.

Decido soltar la mano de papá y levantarme de mi silla sin dejar de mirarla, ella solo sigue mis movimientos.

-¿Vas a escuchar lo que tengo para decir?- aún le sostengo la mirada y una mezcla de desconcierto aparace en sus ojos color café.

-Estamos en una cena familiar, no voy a escuchar algo que no tiene sentido- niega con la cabeza hacia mi y se levanta igualmente de su silla, por lo que solo papá, Mathías y Lisa siguen sentados observándonos.

Ella está siendo demasiado cabeza dura en este momento.

-Amor- escucho la voz de papá que tiene la intención de interceder por mí. -No creo que sea el momento para decir todo eso- el intento alcanzar la mano de mamá, pero ella la aleja. -Tomáte esto con calma, estás exagerando.

-¿Exagerando? ¿Desde cuándo la vida de escritor paga nuestras cuentas? ¡Gracias a Dios decidiste aceptar el trabajo de redactor!

-¡Ese no es el punto!

-¡Si lo es!- se dirige a papá molesta y sube el tono de voz, pero luego me mira a mi de regreso. -¡No vamos a pasar por esto de nuevo! ¡No vas a ser escritora! ¡Y tampoco vas a ser la nueva Jane Austin! ¿Queda claro, Polaris?

-¡Primero que nada, no quiero ser la nueva Jane Austin y no! ¡No es tu decisión! ¿Queda claro, Ágata?- le respondo de la misma manera en la que ella me hablo a mi, siento molestia e incluso desconcierto por mis propias palabras.

Estoy frustrada porque sé que no es un tema de conversación que iba a ser añorado, pero desconozco a la persona que me dio la vida y esa amargura que me trasnmite en este momento. Ella parece intentar procesar mis palabras, pero sus ojos siguen llenos de enojo y su mandíbula está tensa.

Su mirada se va al piso y suspira. -No- repite de nuevo.

-¿Puedes escucharme? Solo termina de escucharme- le pido. -Por favor, mamá.

-¡No!- repite. 

¿Acaso es su palabra favorita?

-No es tu decisión- son mis últimas palabras antes de alejarme de ellos, salir del comedor y dirigirme hacia mi habitación.

Cualquier persona que nos hubiera escuchado, pensaría que fui valiente, describiría este hecho con la palabras ferocidad y valentia. ¿Pero yo? Yo me encuentro en este momento temblando, nunca me creí capaz de hablar con mi mamá de esa manera, mucho menos de llamarla Ágata porque era la primera vez que me dirigía a ella con su nombre.

Sentía que habia sido irrepetuosa, terca, obstinada. Sin olvidar mencionar que mi actitud no habia sido la mejor. Pero, ¿qué tan difícil es escuchar? ¿Por qué no dejarme terminar de hablar?

Me miro al espejo de nuevo, no fue la mejor situación. He estado tando tiempo retrasándolo y cuando me observo en el espejo redondo situado en mi habitación esa mezcla de emociones me confunde. 

Sigo enojada, frustrada, triste. Pero me siento más ligera, me siento un poco más libre en este momento sin esa carga.

La carga se ha ido.

Por fin lo dije.


N/A: 

¡Gracias por leer esta historia corta!

Orgullosa de la valentía de Polaris.

4/6 listos.

Polaris (#2 Saga "Familia Herrera") #CASITERMINADA 5/6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora