- Espera que en cinco minutos estoy en la puerta, ve llamando al taxi.
- Como digas – respondo.
Mi trabajo y mi vida ahora son estables, soy por fin ingeniera civil y muy contenta por tener una casa cómoda y todo tal como planifiqué.
Cuando la empresa a la que postulé me aceptó les dije a mis padres que me mudaría de Busan e iría a establecerme a Seúl. Fue una gran decisión a decir verdad. Toda mi vida debido a los trabajos de mis padres me cambié repetidas veces de casa y colegio, ¿qué colegio de Busan no habré pisado? No quiero recordar cuando fui a vivir a Jeju, era todo un caos.
- Subamos.
- Adelante, las viejas primero – bromeo.
- Sí claro, las viejas – me da un golpe en la cabeza con sus dedos, es increíble que duela tanto si los tiene tan delicados.
- ¡Ahh! duele – reclamo entrando tras ella.
- Y... ¿Tienes algo que hacer hoy? – dice obligándome a mirarla
- Creo que no – contesto.
- Entonces estas invitada a la gran fiesta que haré en mi casa
- ¿Fiesta? sabes que no es lo mío.
- Por supuesto que es lo tuyo, no vas a decir que no disfrutas ver a tus amigos totalmente ebrios e inconscientes diciendo tonterías para que los filmes y luego puedas extorsionarlos.
-¡Hey!, omite la parte de la extorsión, yo no hago nada de eso... ¿qué pensará el señor taxista? – susurro lo último.
- Nada fuera de lo común ¿no, señor? – le toca el hombro al conductor.
- No señorita – responde alegre.
- ¿Lo escuchas?, no tienes que temer por tus extorsiones querida amiga – añade con burla.
- Ya te dije que NO HAGO EXTORSIONES.
- Sí, claro. Tienes que ir... – la miro negando con la cabeza – el joven KIM.JONG.IN estará presente – ¿qué?, mis ojos se abren de una forma que desconocía y mi boca también. Ella ríe. - Señor, me bajo en la esquina, ella continúa... y tú - señala con el índice- esos gestos son la mejor respuesta. Te espero 9 pm en punto en mi casa, ni más, ni menos ¿mmh? – cierra la puerta y mueve su mano en despedida.
- Eh...señor – me dirijo al taxista – ¿usted también escuchó KIM.JONG.IN? – pregunto para asegurarme.
- Sí señorita, ella dijo KIM JONG IN – responde
-¡Oh! Gracias.
¿Voy a ver a mi mejor amigo después de 10 años?...
En mi último año de escuela me revelé ante mis padres, ya no quería mudarme más, habíamos regresado de Jeju a Busan nuevamente y no permitiría estar en diferentes colegios ese preciso año.
Les advertí que nos quedábamos en Busan o en la siguiente mudanza se irían sin mí. Asustados como siempre accedieron a mis súplicas, no negaré que el llanto desconsolado me ayudó bastante. No negaré que fue uno de los mejores años, conocí a mi actual mejor amiga.
Todo era felicidad, pero como en todo lugar, había una historia "oscura". En mi aula, había un chico alto, muy guapo, por el que todas las chicas suspiraban y temían al mismo tiempo.
Ese chico era Kim Jong In, no existía persona que hablara bien de él, su reputación era de jugador. Mi mejor amiga, como siempre exagerando todo, me contó lo que se sabía, me sorprendió saber que quiso violar a una chica y muchas otras cosas más. Era tan tranquilo y callado que no se sabía si estaba ahí o no, esa era una de las razones por las que se le temía aún más.
- Son 3000 wons señorita, su amiga pagó el resto – la voz del taxista interrumpe mis pensamientos
- ¡Claro, aquí tiene! gracias – respondo y salgo rápido.
El ambiente cambiaba cada vez que Jong In entraba al aula, los murmullos predominaban. Yo en cambio observaba detenidamente al gran personaje sin encontrar alguna mancha de sangre en él o el tatuaje que se decía que tenía.
Siempre en silencio se dirigía al último asiento, el suyo, con cuidado sacaba un cuaderno de apuntes, lápices y lapiceros; no tengo idea cómo soportaba que le digan todas esas cosas feas, porque a pesar de ser murmullos estoy segura que llegaban a sus oídos.
