Ya estaba listo y me sobraban cinco minutos, no me lo podía creer, toda una victoria para mi. Esta noche me había vestido bastante oscuro, llevaba unos pantalones baggy negro desgastado sin cinturón y una camiseta de tirantes negra con rejilla dándole un toque más fiestero al outfit. Los zapatos como prácticamente no se apreciaban, aposté por mi deportivas de montaña de confianza, la comodidad no me iba faltar.
Estábamos ya Ruslana y yo preparados en la puerta esperando a Kiki que estaba terminando de maquillarse. Rus llevaba un vestido de tirantes negro con una raja en la pierna derecha, y unas trasparencias en la la zona del abdomen, iba guapísima la verdad.
-Kiki, como no llegues en diez segundos nos vamos sin ti, primer aviso- gritó Rus.
Al momento apareció Kiki con los tacones en la mano corriendo.
-Vamos vamos, ya estoy perdón- dijo mientras miraba a Rus con cara de disculpa.
Salimos del edificio para dirigirnos al coche de Omar, el novio de Rus, que se ofreció a llevarnos. Llegamos en diez minutos al bar acordado, aparcamos justo en la acera de enfrente y bajamos para encontrarnos con nuestros amigos.
A lo lejos vi a Álvaro saludándonos con una chica que no conocía y supuse que sería Bea, nos acercamos y nos la presentó, resultó ser una chica muy graciosa, y divertida que complementaba totalmente con la personalidad de Álvaro. no se por que me recordaron mucho a Simon y Pumba, iban los dos con un cubata por la mitad que no parecía ser el primero y con una risa muy floja que soltaban a la mínima chorrada que mencionaban.
- Encantada Martin, soy Bea me han hablado muy bien de ti, a ver si en otra ocasión que no veamos estoy más lúcida y podemos hablar, que hoy me pillas un poco en Narnia- dijo entre risas, con las mejillas coloradas por el alcohol.
Los dejé ahi con Rus y Omar, y seguí para saludar al resto, Kiki estaba ya con Violeta con un cubata en la mano y sonriéndola con una sonrisa demasiado amplia, lo que me resultó sospechoso, pero bueno luego la preguntaría. Decidí saltarme a Violeta para no irrumpir y seguí con Lucas y Álex que estaban justo en la entrada, los dos en cuanto me vieron se giraron con una sonrisa enorme.
- Lookii, has llegado bien, ¿que taal? tienes ganas de la fiesta y pillarte un buen pedo eh- saludé a lucas con gran abrazo mientras él como siempre aprovechó para sobarme el culo, este siempre tan heteroflexible.
- Manitoo, cuanto tiempo tío, esta noche toca ponerse al día eh- dijo Álex buscando mi respuesta.
-Por supuesto, tenemos toda la noche si no te vas con Denna más de mitad de lo que dura.- me miro con el gesto culpable pero sin un apice de arrepentimiento, en fin lo que hace el amor cuando es el correcto.
- Píllate un cubata que está Denna en la barra pidiéndose uno también, a ver si te cuela- me dió un empujón dirigiéndome a allí mientras me guiñaba un ojo.
Me di la vuelta y fui hacia la barra, allí estaba Denna hablando con un chico bastante más alto que ella, estaban riéndose mientras hacían imitaciones de lo que parecía ser Paquita salas.
- "sale con mi madre compartiendo ataúd"- dijo el chico que se encontraba de espaldas imitando a paquita Salas , sin embargo había algo en esa voz que me resultaba familiar, me revolvió las tripas, y me causó una sensación muy extraña, como si ya lo conociese- "Y si lo tengo que picar lo pico"- mientras decía eso me acerqué a ellos y efectivamente lo conocía o bueno mejor dicho creía haberlo conocido, porque nunca llegué a saber si quien fue conmigo era él de verdad o solo el mejor papel de su vida.
No me lo podía creer estaba ahí, la persona culpable de que yo fuera un desconfiado con todo el mundo y no permitiera que nadie pudiese conocerme de verdad. El culpable de que me tirase dos meses enteros pendiente al móvil buscando alguna respuesta, y yo solo solo quería saber que había pasado, que había cambiado, si podíamos solucionarlo, poder despedirme de él o simplemente algo... tener algo de aquel chico que había conocido y de el que me había enamorado perdidamente.
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how can we rewrite the stars?
FanfictionMartin se muda a Madrid por estudios, parecía que todo estaba controlado, que todo le iba bien, hasta que lo vió a él. De nuevo volvía a aparecer en su vida para desestabilizarlo ¿debía fingir que no lo conocía o que todo lo que habían vivido simple...