how can we rewrite the stars?

Capítulo 5- The climb

Llevaba ya más de veinte minutos sentado en el salón con Mateo fingiendo ver la televisión, sin embargo no era capaz de dejar de pensar que a tan solo unos metros estaba Juanjo y que tendría que volver a enfrentarme a él en cualquier momento.

- Martiiin - gritó mi pequeña prima con su voz chillona- ven que te quiero enseñar como toco.

Dios y que hago ahora ¿me meto en una habitación con ellos, fingiendo que no le conocía? Después de todo tendría que enfrentarme a él en algún momento. No sabía si estaba preparado, si podría enfrentarme ahora, pero tampoco podía dejar que su presencia que me afectase ya que a él parecía serle indiferente.

- Voy- contesté, tras meditarlo unos segundos

Me levanté del sofá mirando a Mateo con una sonrisa nerviosa, él no podría comprender lo que ocurría así que se limitó a a ignorarme y continuar con su serie. Ojalá poder ser un niño y que todos los asuntos me la resbalaran tanto, que mi única preocupación fuese perderme el episodio de mi serie favorita y no el enfrentare a mi ex... bueno mi casi algo no sabría ni como llamarlo.  Me dirigí a paso lento hacia a la habitación donde se ubicaba el piano, esta era una pequeña salita posicionada entre la habitación de Mateo y Lucía, en ella había todo tipo de instrumentos, sin duda era mi habitación favorita de la casa. 

Una vez frente a la habitación, me quedé sopesando si era buena idea entrar en esa habitación , y llegué a la conclusión de que mejor fingir un desmayo antes que entrar ahí. Estaba a punto de dirigirme de nuevo hacia el salón cuando Lucía apareció tras la puerta, supongo que para ir en mi busca.

- Martin, ya estabas tardando- me dijo con los brazos cruzados mostrando su enfado, tal y como su madre haría.

-Ah si, pensaba que me había equivocado de habitación- mentí, con gesto nervioso.

- Venga pasa, que Juanjo está esperando.

Entramos los dos esta vez, según entré mis ojos se dirigieron a él. Estaba sentando en el banquito del piano probando algunas notas mientas nos esperaba.

- Juanji vamos a enseñar a Martin lo bien que toco- juanjo se levantó del banquito para quedarse a un lado del piano medio recostado en él, en un ángulo donde se veía perfectamente cada una de las teclas con el fin de poder ayudar a Lucía, su posición dejaba ver bien cada uno de sus músculos que ya empezaban a asomarse tras las mangas de su camiseta, que además si te parabas a analizar con más detalle se marcaban las venas de una manera que a mi corazón no le hacía muy bien por las velocidades que estaba llegando a alcanzar.

Me quedé fijo unos segundos más hasta que me di cuenta que Lucía me estaba llamando, agité mi cabeza para alejar esos pensamientos de mi, no podía caer tan fácil en él siempre, era ridículo.

Me giré hacia Juanjo y vi que él también me miraba pero tenía una mirada oscura como si supiese perfectamente lo que mi cabeza estaba pensando, al mismo tiempo que dejo caer una sonrisita pícara. Quería que la tierra me tragara y nunca tener que salir de ahí, me sentía avergonzado y estúpido pero no iba a permitir que eso estropeara la coraza que había estado construyendo estos años.

Me posicioné al otro lado del piano evitando a toda costa estar al lado de él, y me concentré en no apartar la mirada de Lucía.

- Vale señores y señoras voy a tocar hoy una canción preciosa de mi gran repertorio, bueno - susurrando me admitió- y única que me sé.- Lucía hizo una pequeña presentación de la canción que iba a tocar como si de un concierto se tratara.- venga aplaudidme- nos regañó al ver que tras su discurso seguíamos callados.

- Sisisi uououo- Juanjo y yo aplaudimos para nada intimidados por su mirada.

- Bien ahora disfrutad.

Lucía comenzó a tocar una melodía preciosa que me resultaba conocida, como si yo ya la hubiera escuchado antes, no sabría como describirlo pero tras ella había algo más, era como si muchísimos recuerdos quisieran salir de ella pero algo en mi no lo permitía.