It's me who's been making the bed

Capítulo 1.

JUANJO

- No lo voy hacer.

Paul dejó escapar un fuerte suspiro mientras se masajeaba las sienes. Estaban en el camerino de Juanjo esperando a que el encargado del plato irrumpiera para indicar cuánto tiempo les quedaba hasta que él tuviera que estar en el set.

- Odio ser esta persona, pero tu sello insiste en que hagas esto...

Sabía que esto sucedería desde que alguien lo sorprendió en ese club de mala muerte comiéndose la boca de un chico al azar hace dos semanas. Era su cumpleaños, no es que eso justificara su imprudencia, pero vale la pena mencionarlo, estaba borracho y cachondo, pero lo más importante, se sentía un poco solo.

- ¿Por qué no puedo fingir que salgo con un amigo o alguien que de verdad me gusta?- Preguntó Juanjo, con el cuerpo perezosamente tumbado en una silla y la cabeza echada hacia atrás.

- 'Alguien que realmente te gusta'...-Paul repitió como un loro con un tono burlón. -¿Cuántos años tienes? El tipo no te ha hecho nada y ambos necesitáis un empujón.

- ¿Nada?- Juanjo enderezó su cuerpo. -¡Pablo, es un niñato! ¡Una diva! ¡Y siempre se burla de mí en el programa!

Paul se rió, incrédulo. -¡Se llama broma! Esa es la razón por la que la gente ve el programa, para ver a los jueces interactuar entre sí...

- Uno pensaría que un programa llamado Operación Triunfo se centraría en el talento de los participantes en lugar de los jueces-, se burló Juanjo.

- ¿Desde cuando?- Su manager levantó una ceja poblada de color oscuro. - Apuesto a que ni siquiera puedes nombrar a la mitad de los concursantes de esta edición.

- Sé todos sus nombres-, Juanjo acentuó cada palabra empujando su dedo índice contra el brazo del sofá. - Puedo empezar a nombrarlos ahora mismo; Carlos, Enrique, Esther, ​​Sebastian, Lina, Edu...

- Está bien, está bien-, Paul levantó las manos para interrumpirlo. - Los conoces a todos, todos son tus amigos.

- Ah, sí, el vínculo duradero que formas con una persona después de tener la decencia de aprender su nombre-, dijo Juanjo arrastrando las palabras.

Paul se rascó la frente, algo que hizo cuando ya había superado las tonterías de Juanjo. - Sí, sí, todavía tenemos una reunión después del espectáculo con Martin y su manager-.

- Apuesto a que ni siquiera sabe el nombre de todos los concursantes...- Juanjo todavía refunfuñó.

- ¡Nadie se los sabe, Juanjo!- Paul dijo, exasperado. -¡Hay como dieciséis personas!

- Hay profesores que tienen que aprenderse más de cien nombres.

Paul resopló. - Quien te haya dicho esa mentira va a ir al infierno, los profesores aprenden los números y los apellidos de los peores y mejores alumnos.

- Aun así, no soporto a los niñatos. Me gustan mis parejas asertivas, seguras de sí mismas... El otro día lo vi llorar por un error en el vestuario.

Paul parpadeó. - No te vas a casar con ese tipo-, le dijo como si le estuviera explicando a un niño pequeño que el pegamento no es para comer. - ¡Te vas a sacar un par de fotos junto a él y nos dejarás a nosotros y a la prensa hacer lo nuestro! Jesús...