JUANJO
Juanjo se sintió nervioso e inquieto tan pronto como puso un pie en el patio trasero esa noche. Su madre se había superado una vez más, haciendo que el gran patio pareciera acogedor y hogareño con luces suaves y cálidas. Sin embargo, todavía no podía disfrutar plenamente del ambiente mientras intentaba no concentrarse demasiado en la mujer que estaba junto a su hermano.
Ruslana lucía tan deslumbrante como siempre con su largo pelo rojizo, labios deliciosos y ojos tranquilos. Cada paso que daba llamaba la atención, cada risa y movimiento de su cuerpo estaba destinado a atraer y seducir. A ella le gustaba tener todos los ojos puestos en ella en todo momento, lo disfrutaba, y Juanjo adoraba y odiaba eso de ella.
- Buenas tardes, ¿quieren algo de comer?- Una voz nerviosa interrumpió su lio interior.
Juanjo se giró para ver a una mujer pequeña mirando al chico a su lado con estrellas en los ojos.
Martin era tan similar como diferente a su ex. Mientras Ruslana exudaba audacia y un aura misteriosa, la forma de Martin de atraparte fue con dulzura. Había algo adictivo en su forma de sonreír, incluso cuando sabías que no estaba siendo honesto. Era serio y abierto de una manera que hacía que te preocuparas por él, sólo para descubrir que detrás de esas puertas abiertas había mil más cerradas y cerradas con llave.
No quería parecer un misterio, porque no quería que nadie lo resolviera. Y la mayoría de la gente estaba tan fascinada por su amabilidad que ni siquiera se molestaron en mirar más allá, para buscar al verdadero Martin debajo de la fachada.
- No gracias estoy bien.- Martin sonrió suavemente. - Pero todo parece realmente asombroso -, susurró como si estuviera compartiendo un gran secreto.
- Gracias, yo no lo hice, solo soy camarera -, dijo la chica sonrojada. - También soy una gran fan...- jadeó. - Lo siento mucho, eso ha sido muy inapropiado.
- Oye, no, está bien, tranquila.- Martin frunció el ceño y tocó suavemente su hombro. - Lo estas haciendo genial.
- Por favor, no me denuncies, por favor -, dijo con lágrimas en los ojos y Juanjo tuvo que contenerse para no rodar los suyos. - Pensaba que nunca te iba a conocer. Lo veía imposible.
- ¿Como te voy a denunciar? , estás haciendo un trabajo excelente.- mintió descaradamente Martin. No estaba haciendo un trabajo excelente, ni siquiera estaba haciendo uno medio bueno. - Te firmaría algo, pero no quiero que tu jefe te regañe.
- Está bien, no necesito una firma, simplemente estoy feliz de haberte conocido. ¡No tienes idea de cuánto me has ayudado con tus videos y tus canciones, no puedo esperar a escuchar tu primer álbum!
- Yo tampoco.- La sonrisa de Martin era tímida y, para extraña consternación de Juanjo, sincera. - Venga, vamos a hacer algo, dame tu Instagram.
- ¿De verdad? Sí, claro, pero... - Tosió y se sonrojó. A Juanjo le estaba molestando un poco la chica. - No te rías, es rompeolaspumu.
- ¿Te gusta mi single?- Inclinó la cabeza, - ¡Que ilusión!- dijo mientras escribía el nombre en su búsqueda de Instagram.
Juanjo sintió la burbuja de molestia crecer dentro de su pecho. ¿Por qué seguía a una chica al azar, pero no se había siquiera planteado desbloquearlo ni a seguirlo en su cuenta privada?
- Le has recompensado a alguien que probablemente sea una acosadora.- refunfuñó Juanjo, mirando a la chica alejarse de ellos.
Martin resopló. - No es una acosadora.
- Aun así... ha sido muy poco profesional.
- Y suenas celoso.
- ¿Yo? ¿Celoso? ¿De que?- Dijo a la defensiva en lugar de decirle al chico la verdad.
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It's me who's been making the bed
FanfictionNo era que Juanjo Bona odiara a Martin Urrutia. Era solo un chico de el Pais Vasco que se volvió increíblemente famoso gracias a algunos videos ridículos en una aplicación aún más ridícula, consiguió un contrato con un sello discográfico mundialment...