два

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Makarov y Graves habían tenido ya un par de juntas, habían empezado a hablar mucho más y dar pequeños detalles de ellos. Ahora se encontraban solos, ya habían llegado a ese nivel, solo ellos tratando de abrir la puerta de metal de su "oficina"

-Дерьмо! ¿No podías buscar otro lugar donde hubiera una puerta mucho mejor?- Pregunto Vladimir, mientras intentaba abrir la puerta desde fuera para entrar. Aquella puerta de metal oxidada era muy fuerte y difícil de abrir, el ya mencionado ruso mantenía una palanca mientras hacía fuerza para abrirlo. Sobraba decir que el estaba completamente complicado haciendo esto.

Graves solo se quedó mirando avergonzado de aquel lugar que había elegido para sus juntas, pero quedaba alejado y era seguro. -De verdad, no encontré un lugar mejor, este es perfecto solo que la puerta falla un "poquito"- dijo este, mientras se mantenía apoyado en la pared.

Por fin Makarov logro abrir la puerta, ambos entraron y cerraron. Pero un detalle, estos dejaron la palanca afuera... Ya adentro, ambos se pusieron a planificar como siempre, las horas pasaron rápido y ya eran las 2 A.M, cuando Makarov quiso abrir la puerta para irse, está no se abrió

-¿Pero que?... Ay dios.- dijo el ruso tratando de abrir la puerta, Graves se acercó a ayudar pero ni si quiera entre los dos pudieron abrir la puerta. Estaban encerrados juntos.

Paso un rato y ambos estaban sentados en sus espacios del sofá, Graves no tenía señal ni tampoco carga en el teléfono y los soldados de Makarov podrían llegar a la mañana siguiente. Está noche se quedarían ahí. Había un silencio incómodo que Graves quiso romper.

-¿Que tal si los conocemos mejor?- sugirió este.

-No encuentro nada mejor que hacer, adelante- dijo el ruso

-Bien... Bueno, como ya sabes, soy Phillip Graves, aún estoy soltero... Y eso.

-Как ужасно, Soy Vladimir Makarov,
(Que horror)
también estoy soltero... Ya.

-Digame, señor Makarov ¿Porqué un hombre como usted está soltero?- Dijo Graves con un tono de broma

-Tener pareja se me hace un perdida de tiempo, una pareja es un adorno y nada, casi siempre suelen depender de uno, no me gusta.- Dijo el ruso secamente- ¿Y tú?

-Bueno- Dijo el estadounidense -Jure amor eterno, me rompieron el corazón y de ahí que no he vuelto a tener una pareja...- Al decir esto, Makarov lo volteo a ver con una expresión extrañada.

-¿Solo eso?- Dijo el ruso -Asi es- Respondió el estadounidense.

-Que cosa más... ¡ESTÚPIDA!- Dijo el ruso, con un semblante molesto, parecía no haberle gustado la historia de Graves

-Lo supuse- dijo el otro hombre, con un leve suspiro

-No entiendo cómo puedes ser tan idiota, te dejaron el corazón quebrado y simplemente se vuelve tu única excusa para no tener otra relación. No puedes ser tan débil- Dijo el ruso, estaba teniendo una mala noche y simplemente Graves no ayudaba

-Tengo un corazón frágil, no lo entiendes, eres aún hombre sin sentimientos, frío y calculador. Eres un papel en blanco, no quiero armar conflicto pero alguien tenía que decirte- Dijo este, indignado, se supone que deberían empezar a llevarse bien... Graves miro algo molesto a Makarov, mientras esperaba que el otro respondiera

-DIOS. No sé lo digas a nadie, hubo alguien una vez pero todo acabó mal para ambos.- El ruso se negó a decir más y Graves quedó algo con la duda... Pero prosiguió en su plan de conocerlo mejor.

-¿Algun pasatiempo?- Pregunto Graves.

-Bueno, cuando no hay nada que hacer y me aburro, me pongo a leer.-

-Juego soccer- Dijo Graves -Un tonto deporte americano... Que más puedo esperar de alguien como tu...- Dijo el ruso

La noche prosiguió y el frío aumento. Cada vez estaban más cerca del otro, manteniendo su cierta distancia pero no tanta, necesitaban algo para taparse o el calor de otro cuerpo, ambos lo sabían pero siempre iban a negarse, pero Graves cambio de opinión. Prefirió parecer un maricon que a morir de frío. Makarov se negó, pero luego el frío fue peor, mucho peor que en Rusia y estos se juntaron, abrazados, tratando de mantener el calor de sus cuerpos. Makarov intento dormír pero el cuerpo de Graves no lo dejaba, nunca había dormido con algún y se sentía raro, me quedé tirado en el sofá viendo el techo, mientras que Graves me abraza. Me quite la chaqueta y se la puse encima, me dirigí hacia la mochila de Graves para buscar algo mientras el frío se apegaba a mi cuerpo...

No encontré nada útil más que una pequeña vela ¿Porqué el llevaría una vela cuando teníamos luz? Estaba confundido, no tenía sentido, decidí fumar un cigarro, a su lado sin importar si le molestaba el humo, estaba muriendo de frío pero ya quería ni acercarme a Graves... Paso la noche despierto, caminando por todos lados, tratando de no caer dormido. Pasada la noche los soldados de Makarov llegaron y abrieron la puerta, Graves seguía medio dormido y Makarov lo dejo ahí con su chaqueta.

Graves se llevó la chaqueta de Makarov a su casa y la lavo, tenía un encendedor en su bolsillo y un papel arrugado con letra manuscrita que no se notaba bien. Este acerco la Chaqueta a su cara para oler aquel perfume característico de el... La metió a la lavadora y lo colgó luego de eso, dejo que se quedará y la planchó, la dejo a su lado y solía abrazarla en algunas noches solitarias. Un día como cualquier otro el recibió una llamada de Makarov...

-Habla con Phillip Graves, ¿Que desea?-

-Necesitos que nos veamos. ¡AHORA!- Dijo Makarov con un tono que parecía ser enojado, molestó, asqueado.

Graves al escuchar esa voz, se alejó de los Shadows y se escondió para contestar la llamada -¿Que ocurre?- susurro

-Tengo al frente mío.. a cuatro de mis soldados y dos de tus estúpidas sombras al frente, muertos. No sé que mierda paso, pero tienes que averiguarlo AHORA, más te vale que no me falles y no me estés clavando una por la espalda- luego de eso, colgó la llamada.

Esto dejo a Phillip nervioso... ¿Dónde era el lugar? ¿Cómo paso? ¿Fue la TF141? Varias preguntas y ninguna respuesta, sería mejor que se pusiera manos a la obra o serían descubridos, o peor. Makarov se aburriría rápido de el si seguía así, el lo sabía y ese no era el plan...

Las cosas tendrán que mejorar o uno de los dos morirá, y posiblemente sea el. Trabajar con Makarov no era seguro, en su posición nada era seguro, pero no habia nada más que hacer, era eso, ir a la cárcel o morir.

Voy a darle las gracias a mi único seguidor fiel que leyó esto, te adoro, te amo, gracias por todo, por ti sigo esto. Bay 🤗

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