Warm || Sungsun

10

Jay sabia que luego de eso, Sunoo le daría una oportunidad a Sunghoon.

Conocía mejor que nadie a Sunoo y también sabia que detrás de esa faceta fría como un bloque de hielo, Sunghoon era un chico dulce que siempre estuvo enamorado de Kim Sunoo. Aun cuando no lo demostrara públicamente.

Jay siempre supo que Sunghoon era un tsundere. Y el de alguna manera también lo era. Así que siempre pudo comprenderlo. Mas no lo justificaba.

Sunoo siempre lo comparo con un gatito arisco, que sacaba las uñas cuando le molestaban, pero que ronroneaba cuando le daban caricias detrás de las orejas. Jay siempre se hacia el ofendido con la comparación, pero en el fondo le gustaba.

Además... Le gustaban los gatitos.

Nunca fue egoísta y aunque en algún momento lo quiso ser, no podía hacerle eso a Sunoo. Así que hizo un plan.

De algún modo, logro convencer a Sunghoon que Sunoo le habia aceptado una cita. Diciendo sutilmente donde lo llevaría. Pues sabia que Sunghoon iría a evitarlo. Porque Sunghoon si era egoísta respecto a Sunoo.

Obviamente, el no iría, pero Sunoo estaría allí cuando Sunghoon llegara y si todo salía bien, quienes tendrían una cita en el parque de diversiones, serian ellos dos.

Solo pudo suspirar, quitando el ultimo rastro de lagrima que quedaba en su mejilla, porque a pesar de todo, si le dolía.

Miro por ultima vez la vitrina de esa cafetería, no le gustaba el café y no tenia demasiado dinero en esos momentos como para comer un pastel. Siempre ahogaba sus penas con pastel.

—Este es mi restaurante favorito. Sirven un jugo de naranja delicioso.

Una voz se escucho a sus espaldas y se volteo asustado. Un chico mucho mas bajo que él le estaba sonriendo y en sus mejillas habían unos muy bello hoyuelos.

También tenia su cabello plateado y unos lentes de metal. Al parecer, el chico tenia problemas de visión.

Sonrió de lado, aun con duda. El no era del tipo que hablaba con cualquier desconocido que encontraba en la calle, pero el chico se veía agradable.

—El sabor naranja es mi favorito.—Murmuro para seguirle la corriente. La sonrisa en el desconocido creció aun mas si era posible.

—Entonces te invito un jugo y un pedazo de pastel. Es un día muy hermoso como para llorar.—Jay se sorprendió. ¿Le habia visto llorar? Porque estaba claro que se refería a el.—Me llamo Choi Beomgyu.

Jay lo pensó con detenimiento.

¿Qué perdía? Además... ya no era un desconocido. Ya sabia su nombre.

Y nunca negaría una comida gratis.

—Park Jongseong, un gusto.

🍓🍓🍓

—Así que... ¿Jay no vino porque todo fue un plan suyo?—Sunoo asintió. Sunghoon se sintió como un tonto.

Habia caído en la trampa de Park Jongseong.

Pero gracias a eso, ahora estaba en un cita con Kim Sunoo, mientras caminaban tomados de la mano. Sunoo iba comiendo un algodón de azúcar y de vez en cuando le daba trozos, compartiendo la dulzura del alimento.

Sunghoon no podía estar mas feliz.

—Bueno... Supongo que le tengo que agradecer el lunes de vuelta a clases.— Sunoo rio de acuerdo. Sunghoon sonrió ante el sonido.

Le gustaba la risa de Sunoo y también los ojos de este, que desaparecían cuando reía.

Estaba muy enamorado de Kim Sunoo. Y cada vez que lo tenia enfrente, sentía un calor invadir su corazón. Sentía ganas de reír con el, de recorrer todo el mundo tomados de la mano y hablar de absolutamente todo lo que se le viniera a la mente.

Y siempre habia sido ese su miedo. Se sentía muy abrumado por todo lo que sentía. Nunca sabia como reaccionar y agradecía que Sunoo le estuviera dando la oportunidad de estar juntos al final del día.

Porque el era muy egoísta y Sunoo muy paciente.

Eso no significaba que la tendría fácil, Sunoo le había dado un sermón luego del beso que compartieron y Sunghoon le había escuchado detalladamente. Murmurando una disculpa cada vez que podía.

Este incluso le había dado un coscorrón, que lo dejo con una gran mueca mientas palpaba la zona golpeada. Pero se lo merecía.

Porque Sunoo siempre fue cálido como el sol de verano, mientras que Sunghoon era frio como la nieve en invierno, pero juntos... su amor era tibio.