"Estábamos demasiado cerca de las estrellas
Nunca conocí a alguien como tú
Cayendo igual de fuerte
Prefiero perder a alguien que usar a alguien
Tal vez sea una bendición disfrazada (Vendí mi alma por ti)
Veo mi reflejo en tus ojos"
fanfic original d...
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Capítulo 22
"Harry... no hagas eso... pueden entrar y..."
Termine de ponerme mi uniforme de quidditch y salí de los camerinos mientras amarraba mi cabello en una cola alta
Suspire antes de poner un pie en el campo lleno de nieve, y mordí mi labio mientras echaba una ojeada alrededor. Fruncí el ceño cuando no vi a nadie y para verificar la hora, miré mi reloj confirmando que no estaba equivocada
Como reflejo pegue un brinquito al sentir una presencia a mi lado
—Kris...— Harry ladeó su cabeza hacia mi —¿que estás haciendo aquí?— fruncí el ceño —o sea... no me malinterpretes, siempre es grata tu presencia pero...
—¿lo olvidas?— señalé mi uniforme
—la que olvidó algo fuiste tú... ¿no te dijeron que tú practica se canceló hoy?— levantó una ceja
—¿que? No, no me dijeron— se mordió ambos labios
—si, amm... tenemos...— miró a su equipo señalándolos —...juego el viernes y... esta semana tendremos todo el horario nosotros
—¡oh! Me temo que nadie me dijo ese pequeño detalle— miré hacia Ron, quien solo me miró de reojo e intento integrarse a un grupo que charlaba ignorando mi presencia
Me giré denuevo al de lentes, quien me miraba con ambas cejas arriba y lo mire incómoda, hasta donde sabia, esta era la primera vez que nos tratábamos "bien" en público
Y verlo con ese uniforme de quidditch no ayudaba en nada a mi desgraciada situación de hoy
—¿todo está...— vi que dio un paso más cerca de mi, así que lo retrocedí —...bien? Es que en la mañana tú parecías que...
—si, todo está bien, ¿por que no lo estaría?— sonreí nerviosa dando un paso más atrás
—no lo sé— miró a su grupo antes de inclinarse un poco en mi dirección —¿puedes ir a los vestuarios un segundo?— susurró
—de hecho no, no puedo— di otro paso, el suspiró y se rascó el lagrimal
—oigan— se giró a su grupo —pueden empezar a calentar, los alcanzare en unos minutos
Todos ellos montaron sus escobas y se perdieron en el aire
Había nevado muy temprano pero ahora estaba despejado, sin embargo, no había ni un rastro de sol
—ve, yo debería irme— di unos pasos torpes atrás, tan torpes que me tropecé y de no ser porque el me tomó de la muñeca, me hubiese caído —amanecí algo torpe— me reí nerviosa, mientras daba otro paso detrás
