Ella llego a su vida a enseñarles qué no estan solos, que estar mal esta bien. Que cualquiera puede cambiar. eso hace que ellos estén locos por ella.
Ella está tan enamorada de ellos que daría todo por amor. Aunque eso implique dejarlos seguir su c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Es verdad lo que dice tu hermana, Leanne? ¿Estás embarazada? - Pregunta el señor Brown llegando a la sala de la mansión.
La señora Brown que se encontraba leyendo El profeta, levanto la mirada del periódico sorprendida.
En verdad estaba embarazada y se lo quería comentar a su esposo pero no de esta manera. No por medio de su hermana.
- Hugo, déjame explicarte¿Sí? Por favor querido - dijo la pelirroja levantándose del sofá - ¿Cómo fue que te dijo mi hermana?
- ¿Quieres saber cómo? Por un pergamino. ¿Y sabes que más dijo? Que nos felicita por ser padres, pero hay algo raro en esto. - dijo viendo el rostro de la que alguna vez pensó que no le fallaría - que desde nuestra boda no has dejado que te toqué. Siempre me pusiste excusas para no tener intimidad conmigo, y trate de comprenderte pero viendo las noticias, al parecer otro si logro acostarse contigo. ¡Merlin eres mi esposa carajo. Nos casamos hace semanas! - soltó con rabia y enojo.
Tenía ganas de llorar pero no iba a permitir llorar enfrente de la persona que lo traicionó.
En cambio a ella se le empezaron a llenar de lágrimas los ojos al escucharlo.
- Cariño escúchame por favor. No quise Fallarte, de hecho quería decírtelo Pero no de esta manera. No sé por qué mi hermana te lo comento antes de tiempo Pero te lo suplico. Perd- - las palabras apenas audibles fueron interrumpidas por el hombre.
- ¿Quién es el padre he? ¿Al menos el sabe del feto que cargas?
Leanne quedó en silencio unos segundos sin saber que decir.
- Cariño al menos escúchame primero, luego vez si te enojas o no.
- El problema es que ya estoy enojado y destrozado por tí Leanne. Me parte el alma enterarne que mi mujer se acostó con otro que no lo recuerda. Y como si fuera poco, sale embarazada ¿y como me entero? ¡Por una maldita carta que no la escribiste tú!. Yo... Yo - se tomó unos segundos dónde evito verle la cara - yo necesito tiempo y espacio.
Salió de la sala para dirigir sé a la habitación en la que ambos dormían y saco unas maletas. Busco su varita y conjuró un hechizo para ordenar sus cosas lo más rápido posible.
La mujer decidió darle el espacio que pidió así que no lo siguió más. Continuo llorando de la impotencia de no poder hacer más por el momento. Su vida se vino a bajo de un segundo a otro cuando supo que estaba embarazada. Ese día se había encerrado en la habitación mientras dejaba llevar por el dolor. Había decidido tener al bebé ya que el o ella no tenía la culpa de nada y decidió confesarselo a su hermana saltándose ciertas partes importantes sin saber que ese sería su más grande error.
