Sueño o... Realidad?

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...

Es extraño a veces no puedo percibir si lo que pasa en realidad es un sueño o si ya estoy despierta. Tiendo a saber que es un sueño cuando estoy en uno; incluso tengo sueños lúcidos de vez en cuando. Sin embargo, desconozco si lo de ahora era real.

Lo primero que pensé al despertar fue que este no era mi cuarto. Al bajar un poco la mirada, tenía a Keke en mis brazos. Me encontraba muy sonrojada y temía que al moverme la despertase. Y si era un sueño, ¿por qué no quedarme un poco más, no? Me dolía un poco la cabeza; regularmente sucedía cuando la noche anterior lloraba hasta dormir. Me encontraba aturdida por el olor de su perfume. Poco a poco me reincorporaba, tomé mi teléfono que dejé en el velador de noche. Eran casi las 4 de la mañana; quizás esto es solo un sueño. Así que solo devolví el celular y jalé la sábana que tenía disponible. Decidí taparme junto con ella. No pude evitar acariciar un poco su rostro.

"También te amo", cerré los ojos con la intención de despertar de este sueño.

"Oye... ya amaneció".

"¿Dónde estoy...?" Me pregunté murmurando, aunque por la corta distancia que teníamos, por supuesto que me escuchó.

"Sinceramente, me esperaba encontrarte haciendo el desayuno".

Poco a poco me reincorporaba y recordaba lo que pasó el día anterior, tratando de no mirarla tanto le dije:

"¿Por qué no me despertaste?"

"Lo pensé, pero era muy tarde, casi era medianoche. Además, mencionaste que tu madre, al igual que tu hermana, no estaban en tu casa y yo vivo sola..."

"De igual forma, si me despertabas, pude haber dormido en un futón".

"Hacía mucho frío anoche; además, te veías tan linda durmiendo que no quería perturbar tu sueño", me respondió con una pequeña carcajada al final.

Me sentía tan avergonzada que quería irme de aquí. Si hubiera un hoyo cerca de mí, sin duda me adentraría en sus profundidades.

"De todas maneras, tengo que regresar por un cambio de ropa".

"¿Qué tal si tomamos el desayuno primero?"

"S-sí, está bien".

"Uhum, entonces... mmm", mientras aún no acababa de completar lo que me decía, con una de sus manos hacía círculos en la parte de mi cuello que me daban cosquillas. "¿Crees que me puedas dejar libre?"

"¿?" Entré en razón por un segundo y me vi aún sosteniéndola. "P-perdón, yo no quería".

"Está bien, está bien". Ella estaba muy feliz.

La vi apartarse de mi lado; sentí un frío que recorrió mi cuerpo. Realmente me había acostumbrado a ese sentimiento. Aunque mi mente aún se encontraba un poco confusa, mi cuerpo me pedía más de ese calor, es decir, de ese sentimiento.

"Por cierto, ¿no quieres acompañarme a hacer el desayuno?"

"S-sí", respondí muy de inmediato. La vi sorprenderse un poco y luego se volteó para que no la viera reírse.

Nos preparamos el desayuno, preparamos algo simple y rápido. Fue divertido; parecíamos una pareja viviendo juntas. Era agradable. Sin embargo, aún tenía muchas dudas sobre el día anterior. ¿Por qué sucedía esto? ¿Qué hicimos mal? Es cierto que no es su decisión quedarse aquí o allá; ella tiene su vida, familia, amigos y mucho más en su país natal. ¿Era necesario que se quedara aquí conmigo? Realmente, ¿yo valía la pena para interferir en su vida? ¿Es correcto que pida más? Yo no debería estar aquí; lo estoy haciendo más difícil.

"¿Estás bien?"

No me había dado cuenta de que aún seguía en casa de Keke y vagaba en pensamientos.

"Oh, lo siento, solo pensaba en algo..."

"..."

"Por cierto, lo de ayer".

Ella dejó la taza que estaba bebiendo y deslizó su mano hasta encontrarse con la mía.

"Qué tal si lo hablamos después, ¿sí?"

No sabía qué decir, así que solo asentí. Era de más decir que se le veía preocupada. Por cierto, ¿qué es esto? Me planteaba que no la merezco o si la merezco, pero en realidad ella y yo no somos nada. Aunque no quiera darme falsas esperanzas, podría decir que en esta ocasión las cosas estaban a mi favor. Pero ¿qué gano con esto? Si las cosas salen como planeo, igual el problema de su regreso a China es irremediable. Además, ¿forjar esta relación no haría peor la despedida? ¿Qué pasará si por mi culpa ella tiene alguna discusión con sus padres? Pero, ¿acaso no debería luchar por ella? El día de ayer perdí los estribos y me aferré a ella. Realmente no sé cómo es que ella se siente, soy muy egoísta. Probablemente yo empeore la situación.

"Entonces me voy yendo, hasta luego", le dije algo nerviosa.

"(¿No volverás?)"

"¿Huh?" No logré escuchar lo que dijo.

"Me preguntaba si es que ibas a regresar".

Vaya, aún estaba en el dilema si debería o no debería seguir con esta pequeña ilusión.

"¿Puedo?"

Y ahí estoy yo. Aunque mi mente aún estaba considerándolo, tan solo solté esas palabras, "¿Puedo?" "¿Por qué lo haces más difícil, Sumire?" me dije a mí misma.

"¿Por qué no?"

"E-está bien".

Llegué a mi casa sin recordar ni cómo llegué. Realmente esto me estaba chocando demasiado, y peor aún el ocultar mis sentimientos se hace cada vez más difícil. ¿Qué era este sentimiento de comodidad que sentía con ella? "¿Por qué te sigues ilusionando, Sumire?" A esto paso cuando se vaya será más difícil afrontarlo.

Me dirigí a casa de Keke sin antes comprar algunos dulces para compartirlos con ella. Me encontraba muy distraída y aunque me dolía mucho lo que estaba pensando, al menos puedo agradecer que nací en el año y el lugar correcto para encontrarme con esta chica en particular. Había tantas posibilidades de que ella y yo nunca nos hubiéramos conocido. De hecho, se me presentó para registrarme en dos preparatorias. Al principio fue una decisión difícil, ya que, aunque la otra preparatoria tuviera mejores aspectos, me incliné por la que estaba cerca de mi casa. Entonces, ¿no debería agradecer por al menos tenerla por un tiempo? ¿O acaso es mi mente la que se ahoga en su autocompasión? Aún hay muchas cosas que no entiendo de mí misma.

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