Aquí empezó...

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Desde pequeña siempre fui distante, los amigos y amigas con los que me relacionaba eran pocos y posiblemente minuciosamente escogidos por mí de forma inconsciente, siempre he tratado de llevarme bien con todos, nunca tuve ningún problema con eso, si deseaba podría ir y hacer mil amigos, pero me limitaba a cierta cantidad sobre todo porque no que quería llamar la atención, me gustan los ambientes pequeños, siento que puedo observar mi alrededor de una manera amplia sin necesidad de hacerme tanto lio y poder mantenerme en control, trato de mantener un rol un cierto papel el cual sigo, trato de ver de todos ciertas cualidades y sin rodeos y sin explayarme tanto termino copiándolo, en si nunca he tenido una personalidad fija, he ido cambiando según el cómo me sentía, no es que esconda mi verdadero yo, realmente no creo que haya un "yo" simplemente trato de sacar lo bueno a los demás y lo transmito a mi manera, seguí esto por mucho tiempo y nunca tuve problemas con este tipo de vida, hasta que paso algo en particular, cierto día llego una persona nueva, para resumir era una chica que pronto se convertiría en mi amiga, con ella las cosas eran simples no había que copiar no había que fingir no había un silencio incomodo, simplemente una charla que si acabara, el mundo se iría con él, era raro, era algo nuevo, una nueva perspectiva, pero paso algo muy inesperado, así como yo la tuve a ella, es decir el como yo la recibí con brazos abiertos, ella también lo hizo pero con otra persona, sentí mucha soledad y tristeza, se me dio la oportunidad de luchar por ella pero no pude, lamentablemente la imagen de mí misma que mantuve por mucho tiempo no estaba preparada para tener ese valor requerido, ese valor y esa valentía que si hubiera tenido en ese momento quizás aun la tuviera a mi lado, aunque si nos ponemos a pensar fue bueno, pude abrir los ojos y con todo el dolor de mi corazón tuve que bajarla del pedestal en el que yo misma la había posicionado, el darme cuenta el cómo son las personas y deshacerme de la idea de ellas mismas, fue lo mejor que me pudo pasar, empecé a trabajar en una personalidad que me represente, si nos ponemos a pensar la facilidad que tenia de extraer lo bueno de cada persona lo podía usar a mi favor y logre ser más independiente y volví esta tristeza en algo bueno, por supuesto que hice lo más importante el reforzar mi valor y valentía para tener esa fuerza para el futuro, para culminar todos mis cambios y poner en marcha en no tener un "yo" de mil piezas a un "yo" de una sola, luego decidí ir a Japón para cumplir con cierto sueño que descubrí por mera casualidad, y encontré a personas que en verdad si valen la pena, aunque parezca muy alegre cargo con mucho, y por supuesto que abrir mi corazón es más que difícil después de todo olvidar algo así es imposible, pero creo que esto cambio, creo que halle a alguien que me complementa como la verdadera persona que siempre debí ser.

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