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DOS AÑOS ATRÁS

TOM

—¿Adivina a quién me encontré? —hablé entrando a la sala.

—¿A dónde fuiste? Mamá quería que nos viéramos con el tío Tae.

—A Dax.

Mi gemelo me miró arrugando las cejas.

— ¿Estas consiente de que no podemos andar como personas normales por las calles?

Puse los ojos en blanco ignorando sus preguntas. Se que tenía razón, en nuestra casa en Alemania mi guardaespaldas me seguía a todos lados, pero por eso no había problema.

—Nos invitó a la cabaña, aún siguen yendo.

Lo escuché suspirar.

—No lo creo. Sabes lo que hacíamos ahí, ya tenemos otra vida y si se supiera...

—No pasará. Al menos por los buenos tiempos. No me digas que no los extrañas.

—Bien, tú ganas.













[...]













—Nada ha cambiado, ¿eh? —hablé escaneando el lugar.

—Siempre nos ha gustado así. —Dax entró a la cabaña sentándose en uno de los tantos sofás que había.

El lugar seguía igual, viejo, polvoso y desértico.

Estábamos en la cabaña en dónde nos reuníamos con nuestros amigos en el pasado, antes de la fama. El lugar no era muy grande, solo tenía lugar para una sala, un cocina y un baño.

Los guardaespaldas nos esperaba cerca del lugar, como Bill ya lo había mencionado, no podíamos andar así como así por aquí.

—Se siente extraño tenerlos aquí de nuevo, ahora ya con fama, mocosos —soltó Killian mientras fumaba un porro de mota desde otro sofá.

Suspiré sentándome junto a Bill.

—¿Cómo les ha ido? ¿Es como lo esperaban? —Dax me miró.

Nevae se echó a reír.

—Recuerdo al Bill de trece años hablar sobre lo famosos que se volverían en el futuro, tremendo spoiler.

—Bueno, no sabía nada. Nadie te enseña lo que hay detrás de todo eso. —mi gemelo contestó.

—¿A si de la mierda está? —Nevae volvió a hablar.

—Tiene sus ventajas y desventajas, pero definitivamente ahora las desventajas pesan de más. —Bill se recostó en el respaldo tapándose la cara. —Estamos agotados.

Estaba cansado, a penas y nos dieron tres días para descansar y preferimos pasarlos en casa. Cantaba día y noche, entrevistas, eventos, mucho que digerir. Mis manos dolían como el demonio.

Killian y Dax se miraron.

—Que jodido. —Nevae habló acomodándose en el piso.

—¿Qué tal las chicas, Tom? ¿Si tienes todo el sexo que presumes tener?

Me reí.

—Killian, definitivamente tengo a las chicas que quiero. No me envidies tanto.

—Quisieras.

Los tres son más grandes que nosotros, nos llevan como 4 o 5 años. Los conocimos en el pueblo. Bill y yo solíamos ir al parque juntos a pasar el tiempo, ahí los conocimos.

SELFISHNESS ABOVE ALL? | Tom & Bill Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora