CAPÍTULO 5: Tómame [FINAL]

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CAPÍTULO 5: Tómame.

La cabeza le daba vueltas mientras descendía de la tarima con piernas temblorosas. Solo al bajar por completo se dio cuenta de que no estaban solos en el mundo. Una multitud vitoreaba y silbaba ansiosa mientras Suguru daba paso a la siguiente parte del show de la noche, donde se sumarían el resto de bailarines y ahora si vendría lo que todos esperaban que pasara al asistir a un local como ese.

Podría quedarse si quisiera, presenciarlo una vez más desvestirse poco a poco pero... pero sentía que caería en cualquier instante. Necesitaba poner en orden sus ideas antes de afrontar las consecuencias de haber ido al club quedando... hechizado... de esa manera. Ni siquiera podía empezar a pensar en como hablarían después de que casi tuvieran sexo solo con la mirada.

Sexo.

Sexo con Suguru.

La palabra daba vueltas en su boca y le sabía dulce y picante a la vez. Incitante. Delicioso. Lo que más quería y temía a partes iguales porque estaba ese pequeño detalle insignificante que nadie sabía de su persona porque era demasiado vergonzoso como para compartirlo con libertad.

Aún era virgen.

Y aunque el pelinegro no lo supiera, su primer beso también fue con él, la tarde del fatídico rechazo. Lo que daría por poder cambiar ese momento, revivirlo de alguna manera y enmendar los errores y las cosas estúpidas que dijo solo por miedo y por vergüenza.

Girando en tal remolino de pensamientos fue que acabó acurrucándose en una esquina escondida dentro de los almacenes del local. Una de las tantas madrigueras donde refugiarse cuando era necesario tomarse cinco minutos para respirar.

Sin pensar realmente en lo que hacía alargó la mano hacia una cajón con bebidas, tomando la primer botella que tocó sus dedos al azar para llevársela a los labios. Fuego descendió por su garganta mientras revivía tras los párpados cada momento sobre el escenario, dejándose llevar por Suguru y sus ojos y su baile y la música y el cuero y las poses y todo, todo, todo era perfecto.

Fue Toji quien lo encontró horas después, dormido y babeando mientras abrazaba una botella de lo que sea a medio terminar. Se hubiese enfadado porque lo despertaran para sacarlo del hermoso sueño que estaba teniendo con, ejem, Suguru, si no fuera porque oh, mierda ¡¿Qué hora es?! el verdadero Suguru lo esperaba.

¿Y si creía que estaba huyendo de nuevo? Mierda, mierda ¡Mierda!

Atravesó la ciudad con toda la prisa que su estado de semi borrachera le permitía, con las burlas de Toji detrás de la nuca porque vaya, parece que no estabas listo para eso, chico, y no ¿Quién podría nunca estar listo para enfrentar al pelinegro dando lo mejor de sí en el escenario? ¿Estaba ciego o qué?

Suguru no quería abrir la puerta. Lo supo nada más su figura se dibujó dentro del marco metálico sin siquiera encender la luz. Con el tiempo también había logrado desarrollar la capacidad de leer sus expresiones y la de ese momento decía explícitamente lárgate.

Me rechazas, me ignoras por meses, vuelves, me coges con la mirada y luego te vas sin dar la puta cara o una puta explicación, que es lo mínimo que merezco. Imbécil.

Leyó claramente implícito en el aire contenido entre sus cuerpos. Aunque quizás se estaba proyectando un poco. Solo un poco, dado que el pelinegro al verlo quedarse parado como un idiota lleno de baba se dispuso a dar un portazo que logró impedir en el último segundo y carajo, casi pierdo los dedos.

No es que no quisiese hablar, es que había olvidado lo que el choque que la esencia de Suguru provocaba al estrellarse de lleno en su cara cada vez que visitaba su departamento. En este caso era, específicamente, una erección, y antes de que pudiese echarlo de una patada, eso también le quedaba claro, se le lanzó encima, tal y como había querido hacer por meses, o quizás años, para besarlo como jamás podría desear besar a nadie. Nunca.

DENTRO DE TI [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora