Capítulo 1.

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××× Desapareció entre las nubes ×××

Las llamaradas cesaron cuando la pelea fue interrumpida por el jefe de la isla, el público guardó silencio al ver a Estoico acercarse lentamente hacia su hijo, mientras que yo, como una simple espectadora sin importancia me limité a prestar atención a lo vaya a suceder a partir de ahora, el silencio sepulcral de ese momento me incomodó tanto que abracé mi cuerpo tratando de calmar mi nerviosismo, quise estar a su lado, quise preguntarle el porqué de sus acciones, pero era un vano deseo que no podía ejecutar. Cuando finalmente Estoico estuvo cara a cara con su hijo, solo pude sentir una enorme inquietud creciendo en mi pecho, supe inmediatamente que esta situación no acabaría bien. Entonces empezaron a hablar, cada vez levantando más la voz, subiendo la temperatura de la discusión, temble al escuchar las únicas dos voces audibles en el campo de entrenamiento, se notaba a Kilómetros, Hipo parecía romperse en cualquier momento y yo no podía ayudarle en nada, alejé mis manos de mi cuerpo para apoyarlas en las rejas de metal que nos protegían a los espectadores de los dragones que combaten dentro, impaciente, esperando que todo esto acabe pronto, y valla que lo hizo.

- ¡No quiero matar dragones!

- ¡Entonces no eres uno de los nuestros!

De no ser por el estrepitoso grito de Bocón, nuestro Herrero, estaría llevándome las manos a la boca con impresión.

- ¡Furia Nocturna!

- ¡Al suelo!

Mi manos se posicionaron en mi cabeza automáticamente al oír una fuerte explosión, el disparo de un dragón que destruyó las rejas de metal con tanta facilidad y precisión que sentí mi cuerpo entero perder la fuerza. Todo pasó tan rápido a partir de ese momento, una batalla a muerte entre nuestro líder y un dragón negro como la noche. Y a pesar de que toda mi atención estaba en la batalla, pude notar algo en el lenguaje corporal de aquella criatura, estaba protegiendo algo, pero, ¿protegiendo qué?
Observé con temor los intentos fallidos de Hipo para detener a su progenitor, gritando desesperadamente que no le hiciera daño al dragón, tratando de calmar a su padre.

De a poco todos los presentes empezaron a bajar a la arena para rodear a la criatura, aumentando así el estrés del pobre muchacho, hice lo mismo por puro impulso, queriendo llegar lo antes posible al lado de Hipo. Estoico se posicionó sobre el dragón el cual bajo la guardia ante los gritos del desesperado chico que rogaba que no lastime a su padre, ganando así una enorme ventaja y mientra más personas se acercaban para amordazar al dragón vi a Hipo palidecer. "Quiero ayudarlo" pensé en ese momento, aunque sabía que eso significaba ayudar también al dragón que hace unos momentos casi mata a nuestro líder. Busqué con mis ojos algo, lo que sea que pueda revertir la situación, entonces lo vi.

- ¡Hipo! - Levante la voz lo más que pude para que él me viera y cuando tuve su atención señalé el escudo que había utilizado antes en su 'batalla' contra el pesadilla monstruosa. - ¡El escudo!

El pareció entender a lo que me refería, al principio dudo en tomar el escudo y despues de hacerlo solo me miró preocupado, esto me metería en problemas.

"Después de todo..."

Hipo apreto el agarre del escudo entre sus manos apuntando hacia su progenitor, tomando aire antes de lanzarlo con la fuerza suficiente hacia su progenitor para desorientarlo.

"... eso fue traición."

El furia nocturna que se puso de pie rápidamente haciendo que todo aquel que quisiera acercarse retroceda.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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