-¿A donde me llevas?.-Preguntó el demonio confundido, mientras que el ángel seguía caminando alegremente.
-Te llevaré a mi lugar favorito, es un lago hermoso donde voy cuando estoy enojada, alegre,triste, angustiada...
-De acuerdo! Ahí Te encontraré en cualquier momento.-El demonio soltó una risita y para el ángel fue el paraíso.
-Tienes una linda risa, me gusta, deberías de sonreír más.-El ángel le regalo una sonrisa al demonio y este se la correspondió.
-Tu me contagias la alegría.
El ángel ante aquel comentario sintió que sus mejillas se tornaban de un rubor inexplicable, a lo que prefirió cambiar de tema antes de que el demonio se diera cuenta.
-Y... ¿Cuál es tu lugar favorito?
-Mi cama.-Contestó el demonio sin pensarlo dos veces.
-¿Tu cama?
-Si, mi cama, en ella olvido cada cosa que me pasa, sólo me dirigió a ella, me acuesto y me duermo. Durmiendo olvido que el mundo me odia por lo que soy.
-No todo el mundo.
El demonio no sabía a lo que el ángel se refería con su respuesta así que lo miró confundido.
-Yo no te odio.
-Aún.-Contestó el demonio y antes de que el ángel tratara de agregar algo más, se fue del lugar.
