-Entonces... ¿Que es un demonio?-Preguntó inocentemente el ángel al demonio.
-Todas las demás criaturas dicen que somos unos seres despreciables, que no sabemos amar, que sólo pensamos en nosotros y que jugamos con los sentimientos de las demás criaturas.-Dijo con cierto recelo el demonio.
-¿Y eso es verdad?
-Si.-Dijo fríamente el demonio y el ángel comprendió que este enamoramiento sería uno de los más difíciles por los que hubiese pasado.
-No te preocupes, yo te enseñaré a amar y a que todas las criaturas piensen diferente de los de tu especie.-Dijo alegremente el ángel, enseñándole una reluciente dentadura al demonio.
-Eres tan inocente.-Soltó el demonio después de una risa de lado.
El ángel no supo como interpretar aquellas palabras del demonio, así que las tomó como un cumplido.