—Hay que ver la película de la Laguna Azul.—Jennie meneó sus caderas y tomó las frituras de la mesa, viendo a los ojos a JiSoo.
—¿Nunca la viste?
La Castaña negó, y luego la pelinegra la volteó a ver, sonriendo.
—Iré a comprar cosas y a rentar la película.
—¿No está en Nesflis?—La menor negó, y luego sonrió.—JiSoo, ¿puedo ir contigo?
—Será algo rápido, sólo iré a comprar unas cosas que hacen falta en casa y a rentar la película.
—¿Puedes tomar esto como una primera cita? Podemos llegar a comprar un café, ya sabes, algo romántico.
Un leve sonrojo que llegó de manera rápida al rostro de la menor, y sabía que había elegido las palabras correctas para dar el siguiente paso. La primera cita era algo que ella había tenido contadas veces, pero por alguna razón tener una, tan sólo una con JiSoo era algo que le fascinaba por completo.
Más que chupar su sangre, y puede, chupar otra cosa.
—Bien, vamos.—JiSoo sonrió, y tomó de la mano a la alta Castaña que seguía teniendo una sonrisa linda.—A ti no te gusta el café, ¿no quieres llegar a otro lugar?
—Leí que las mejores primeras citas son en una cafetería, quiero ir a una, Jichu.—Un apodo, y la otra sonrió. Relamió sus labios, cerró su departamento y volvió a sujetar la pequeña mano de la otra, caminando por todo el pasillo.
—¿Qué te gustaría que te comprara?
—¡Un pastel de chocolate!—En ese instante parecía una bebé, y JiSoo sonrió al ver a la "menor" sonreír con sus dientes. Tan lindos... y tan punzantes.
Por un leve segundo se imaginó esos dientes rozando con su carne. Ahí abajo, y sintió una leve sensación de ardor en su cuerpo, sensación que quiso borrar por completo, y pensamiento que borró.
—Bien, ahí vamos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Es tan delicioso.—Brillos en los ojos de la Castaña, brillos que le indicaron a la pelinegra que había hecho la elección correcta al elegir ese pastel de chocolate y elegir ese lugar para tener una primera cita.
Aunque estaba algo lleno de gente hablando en varios idiomas y se escuchaban varias conversaciones a lo lejos, pero eso no impidió a las dos chicas disfrutar de su cita.
—¿Te gustó aquí?—La Castaña asintió, y luego tomó la mano de su menor, sonriendo.
—Es un lugar muy bueno, aunque hay mucha gente.—Un puchero tierno, y JiSoo volteó a ver el lugar.
—Son vacaciones y mucha gente de muchos países vienen, así que, hay mucha gente por eso.
—Tienes razón, la ciudad se llena tanto en épocas de vacaciones, el tráfico es lo peor.—Se quejó, y la otra rio hasta llevar su taza de café a sus labios para terminarla de una vez.
—No tenemos carro, Jen.
—Pero me gusta quejarme de todo.—Y otra risa de ambas, que volvieron a entrelazar sus manos.
—Lo sé, tengo muy en mente eso.
—¡Hey!
—Perdón, perdón.—Levantó sus manos en señal de derrota, y Jennie sonrió, torciendo sus ojos. La pelinegra al ver que ya no había nada en el plato de su "amiga", le vio directa a los ojos.—¿Terminaste?
—Sipi.
—¿Nos vamos?—Y la otra asintió, recogiendo sus cosas de la mesa.—Déjame ayuda-
—¿Sarah Lee?—Jennie abrió sus ojos al escuchar uno de los tantos nombres que había tomado para estudiar en Estados Unidos. Nombre que usó en el 68, en el 86, y en el 91. Tragó saliva y volteó a ver de dónde venía esa voz.
—¿Quién eres?
—Sarah Lee, soy Richard, fuimos juntos a la preparatoria en el 86... Dios, te ves igual que hace 34 años.
—¿Quién eres?—Ahora preguntó JiSoo, sonriendo nerviosa.—Te debes de haber confundido, ella es Kim Jennie, 34 años es la mitad de su edad...
—No, estoy segura que ella estudió conmigo... Tengo la foto del anuario, Sarah, fuiste reina del baile y la chica más linda y popular de Saint Jeremy.—Sacó su celular y mostró la foto donde estaba la Castaña. Como estaba actualmente, y ella sintió que todo su sistema nervioso se destrozaba.
—Sarah Lee... Sarah Lee.—Fingió concentrarse, y luego abrió su boca.—¡Ah, mi madre! Lo siento, mi madre y yo somos prácticamente iguales, cosa de genética, todas las mujeres de mi familia nos parecemos, Sarah Lee es mi madre, pero ese es su nombre inglés.
—¿Nombre inglés? ¿Cuál es su verdadero?—Cuestiona el hombre, y Jennie solo se le queda viendo.
—Kim... Jennifer.
—Ese es tu nomb-
—Kim Jennifer se llamaba mi Madre, Kim Jennifer Teresa Sarah Pancracia Lee, toda una crack.—Sintió que se alivió en cuanto el hombre asintió, y para estar más segura, le mostró una foto de ella antigua, pero se hizo pasar por su madre.
—Era realmente hermosa.
—Somos.
Una risita nerviosa, y luego de despidieron rápidamente del hombre, caminando a la otras cosas que debían hacer.
—Pensé que tú madre era la mujer que me presentaste la otra vez...—Su nana. Jennie tragó saliva nerviosa, y luego la volteó a ver.
—Realmente me da mucha vergüenza decir quién es mi madre, Kim Jennifer Teresa Sarah Pancracia Lee realmente me llena de... enojo.—Suspiró.—Era prostituta, murió hace mucho tiempo...
—¿Prostituta?
—Sí, murió de SIDA y Cirrosis, ojalá Dios la tenga en su santo reino.
—Dijiste que eras atea...
—¡Ah, qué cosas! Bueno, cambiando de tema, ¿no prefieres ver Avatar?
