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El día en la mansión era muy ruidoso.

Los sirvientes se movían de un lugar a otro desesperados por hacer las cosas bien. Minho no soportaba tanto ruido, pero sabía que todo tenía una causa.

Ese día partirian a la casa de campo, Jisung había ordenado que implementen el lugar con todo lo necesario para que a Minho no le falte nada.

Minho entendía que su alfa sea un poco protector, pero también sabía que todo lo que pretendía llevar era demasiado.

El omega suspiró y salió de la mansión principal rumbo al hogar donde compartia con su alfa. Sonrió a las alfas que cuidaban el jardín y siguió su camino. Jisung estaba alistando las maletas, ya que no quería que Minho se agote.

El alfa parecía muy concentrado.

-¿Pretendes llevar todo eso?-.

-Si, ¿Crees que me estoy olvidando de algo amor?- Jisung preguntó rápidamente. -Puedo ordenar que compren lo que tu desees-.

-¡No!- Minho sonrió levemente. -No es necesario, ya llevas lo suficiente-.

Jisung sonrió por lo tierno que se veía su omega y siguió doblando la ropa del menor en las maletas.

-Estaba pensando bebé- Jisung habló sin dejar de acomodar la ropa. -Se que aún llevas dos meses de embarazo pero, ¿Te gustaría ir comprando cosas para nuestro cachorro?- levantó levemente la mirada.

Minho sonrió y se acercó al alfa para acariciar la mejilla de este. Su alfa se había vuelto muy vulnerable con respecto al cachorro, aún no sabían su sexo, no sabían si sería omega, alfa o beta pero Jisung cada que se levantaba besaba el vientre de su omega y le dedicaba palabras dulces.

-Me gustaría mucho Sunggie, más porque me pone feliz tu emoción-.

Jisung besó la mejilla del menor.

-Eres tan bonito, debemos apurarnos- el alfa cerro la maleta llena de ropa. -Quiero enseñarte la casa donde estaremos por un tiempo-.

Minho asintió acercándose a la maleta de color amarillo patito, pero fue rápidamente detenido.

-No- Jisung le arrebató la maleta. -Esto lo llevo yo-.

-Pero Sung- Minho se calló al ver la mirada del alfa, no cambiaría de opinión. -Esta bien- refunfuño mientras salía del lugar maldiciendo en pequeñito.

-¡Te ves lindo hasta maldiciendo!-.

Lo que se escucho fueron gritos frustrados.

Jisung solo sonrió y salió de la habitación para proceder a cerrarla. Se sentía feliz por que iría con su omega a la casa de campo, solo esperaba que nada impida que lo pasen bien.

-Tampoco olvides que debés aplicarte esto para que no se te hinchen los pies- Hyeri le paso una pequeña mochila a Minho con varios productos de cuidado. -También esto te ayudará mucho para el cuidado de tu piel en la zona de tu vientre- señalo una crema que estaba en la mochila.

Jisung se acercó a su madre y a su omega.

-Mamá, no nos iremos para siempre- murmuró divertido.

-Sunggie no tienes derecho a decir eso- Minho lo miró divertido. -Literalmente cargaste un carro de mudanza y eso que no nos vamos para siempre-.

Jisung sonrió y bloqueó ofendido.

-Lo hago por ti- murmuró como un cachorro.

No mucho después de terminar de hablar aparecieron los demás, listos para despedir a la pareja.

Omega Moon | HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora