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Era de noche cuando Minho sintió unas ganas inmensas de comer. El omega había dormido toda la tarde por haber estado jugando con el alfa por la mañana y al abrir los ojos lo primero que pensó fue en comida.

7:23 de la noche. Bien, aún era temprano.

Notó que un ventilador estaba al lado suyo, por eso se había sentido tan bien mientras descansaba. También notó que Jisung había dejado la ventana abierta.

Se estiró levemente y se levantó de la cómoda cama dirigiéndose a la cocina. Probablemente Jisung este arreglando papeles en la oficina que adaptó para el trabajo. El alfa le había enseñado que solo era el contrato de los accionistas que Changbin y Jeongin visitaron.

Demasiadas tonterías.

Odiaba que Jisung se encierre en esas oficinas.

La alfa que cocinaba no estaba por ningún lado así que solamente sacó un pedazo de postre y volvió a la habitación.

Al pasar por la oficina de su alfa le aviso que estaría tejiendo en la habitación mientras veía una película, el alfa solo le beso los labios susurrando un "Te amo, esperame unos minutos y subiré contigo". El omega amaba tejer y más aún que tenía un bebé en su vientre. Recordaba que los primeros días que estaba en la mansión le dijeron que tenía la oportunidad de estudiar algo que a el le gustara, pero el odiaba estudiar, porque no tenía buenos recuerdos, así que prefirió tejer. Amaba tejer, pero eso eran cosas más banales.

Al llegar a la habitación, encendió la luz y la televisión. Probo un bocado del postre y se giro para cerrar la ventana que antes había estado abierta.

Pero rápidamente al notar que la ventana estaba cerrada supo que algo no estaba marchando bien.

Su cuerpo se tenso.

Sus brazos bajaron rápidamente a su vientre soltando el plato en donde tenía su postre y se giró para observar a su cama.

Quiso gritar, quiso llamar a su alfa por el vínculo, quiso salir corriendo, quiso llorar.

Quiso hacer tantas cosas al ver a Lee Hyeong parada al lado de su cama con la mirada fría.

Pero no hizo nada.

Porque extrañamente no sentía nada.

Minho relajó su cuerpo, dejando sus brazos libres.

-¿Que haces acá?- murmuró en voz baja. Después de un año la vuelve a ver y la mirada que está le daba le da desconfianza.

La alfa soltó una risa antes de inspeccionar el lugar.

No dijo nada, solo miraba el cuarto más que atenta.

-La ventana esta cerrada y tu acabas de cerrar la puerta- murmuró viendo los cuadros que adornaban la habitación. -¿No crees que es el momento perfecto de recordarte de donde vienes?-.

Minho cerró sus ojos fuertemente. No caería.

Levantó la mirada, la mujer lo estaba poniendo nervioso.

Joder, desde que habían llegado a la casa de campo había transcurrido dos semanas y la alfa aparece justo cuando el estaba empezando a acostumbrarse a ese lugar tan silencioso.

-¿Que haces acá?- volvió a preguntar.

La alfa sonrió.

Minho se estaba cuestionando que si querer mostrase fuerte es pésima idea. Bien podía llamar a Jisung por el vínculo pero el sentía que debía acabar con su miedo más grande.

Enfrentar a Lee Hyeong.

Su omega le decía que era mala idea, pero por el jodido infierno que el necesitaba decir muchas cosas para poder vivir en paz.

Lo necesitaba.

-Por tu culpa he tenido que dejar mi puesto como alfa y venir a buscarte- la alfa se acercó unos pasos al omega sin estar demasiado cerca.

Minho miró los ojos de la mujer.

A su mente apareció todo lo que pasó en esa casa, como una película. Los maltratos, los gritos, los insultos, las humillaciones.

-No tengo la culpa de tus acciones-.

-¿Acaso Jisung no te enseñó que debes obedecer a un alfa?-.

Su cuerpo tembló. Negándose a caer en sus juegos.

-Déjame ser feliz-.

-¡No lo mereces!- la alfa gritó rápidamente en respuesta. -Los omegas como tu no merecen ser felices, desde el principio supe que serías una piedra en mi zapato-.

-¿Porque me odias?-.

-No hay razón para hacerlo, solo me da placer odiarte. Odiar a los buenos me causa cierta satisfacción-.

Minho camino hasta llegar frente a la mujer que se llamaba su madre, respiró profundamente.

-¿Que haces acá?-.

La alfa miró al omega enojada.

-¡Deja de preguntarme eso joder!-.

Minho miró a la mujer, no tenía ni un sólo recuerdo con ella ¿Como pretendía siquiera perdonarla? Ella ni siquiera merecía que el le dirija la voz. No merecía nada, esa mujer ni siquiera merecía que Minho le tenga compasión.

-No me levantes la voz- murmuró ofendido por el gritó.

Para decirlo tan rápido, Minho se dió cuenta que la mujer estaba horrorizada por las palabras que el acababa de decir.

-¿Que mierda acabas de decir?-.

-No me levantes la voz-.

La alfa quedó callada y se soltó a reír.

-¿Y que harás tu sino obedezco?- se acercó unos pasos más. -¿Golpearme?- Minho no respondió, la alfa se enojo aún más. -¡Responde!-.

-¡Que no me levantes la voz!- Minho chilló, con su voz de omega. Haciendo que la alfa cierre sus ojos por el repentino grito.

Probablemente Jisung lo haya escuchado. Así que debía hacer eso rápido, necesitaba hacer eso rápido. Lo más rápido para que esto acabe.

-¿Quien te crees tú para hablarle así a tu madre?- Hyeong gruño, sonando amenazadora. -¿¡Quien te crees tú!?-.

Minho se quedó mirándola a los ojos sin sentirse cohibido.

Ella no te tocará ¿Y sabes porque?. Porque eres el omega más perfecto de este jodido mundo y porque eres tan bonito y también porque eres el omega de la manada más grande de Corea.

El recuerdo de la conversación que tuvimos con Jisung hace unos días llegaron a su mente. ¿Valía la pena pelear con esa mujer? Minho sentía lastima por ella, al verla tan desgastada y odiada por todos. ¿Valía la pena matarla?.

¿Valía la pena?.

Claro que si, ella le había hecho mucho daño y el quería, ¡merecía! Ser feliz. Minho quería dejar de sentir ese sentimiento odioso en su pecho cada que escuchaba el nombre de Lee Hyeong.

Aunque a ella no le guste la idea.

-Porque soy tu superior, porque soy el omega de la manada Han, porque soy mejor que tú y porque no permitiré que me alce la voz una mujer tan horrible como tú. Y no eres mi mamá ¡Nunca lo fuiste y nunca lo serás! ¡Esto se siente tan bien Joder!-.

Minho deseo seguir hablando pero su omega chilló feliz en su interior que solo sentía las mejillas sonrojadas por la felicidad interna y a los pocos segundos la puerta fue rápidamente abierta y destrozada al paso.

Sonrió al ver a Jisung en la entrada con sus pupilas tiritando en rojo, seguido de el estaban Felix y Hyunjin y otros alfas que el no lograba reconocer.

Lo último que pensó al cerrar los ojos fue en que por fin se liberó de ese dolor en el pecho.

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Adaptación
Hanknow
Créditos:MimiK00k12

Omega Moon | HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora