Prologo

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Prólogo



       No. No estoy completamente bien. Fue lo que le dije al doctor cuando empecé a sentirme mal. En realidad tenía una mala racha económica y no podía comprar los medicamentos, seguramente era mi problema con la presión, pero el doctor dijo que algo me pasaba como para que llegara a ponerme muy mal al enterarme de las malas noticias todas de golpe y no una por una, eso ya era la cereza del pastel. Mi padre había fallecido y no estuve ahí para poder calmar las lágrimas de mi madre, o las de mis hermanos ante el hecho de que eso sucediera ahora. Era un poco difícil para mí poder encontrar trabajo después de un gran malentendido en uno de ellos. Tal vez eran las consecuencias de mis malas decisiones o de mis arrebatos emocionales para no poder calmar mi enojo ante algo que no me agradaba. Mi madre me lo dijo hace mucho, que algún día pagaría por mis pecados. Sé que ella tenía razón. Sé que ella lo deseaba tanto y ahora terminé arruinándome por situaciones que no sabía controlar y que me llevaron a mi propio infierno personal, y no había comido desde ayer, no había podido dormir y tampoco pude descansar mentalmente de todo lo que pasaba.

¿Realmente lo merezco?

¿Hice algo mal para merecer todo este calvario?

Ya le hablé a Dios, pero nada parece funcionar.
Le dije que me siento mal y que quiero que todo se solucione, que si era necesario pagaría por mis errores, que si era posible se llevara mi alma, y que estaba dispuesta a perdonar a mi padre por todo el daño que él había causado, pues lo dejé ir hace mucho.

He considerado arrojarme del puente más cercano.

|Peligrosamente Tuyo|Libro#1| "Llámame pronto, cariño"|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora