One-shot ( Jeonglix 🦊🐥 )

Rage

No.1
Omegaverse

Jeongin estaba furioso, caminaba alrededor de la sala con el celular en la mano, Félix no contestaba sus llamabas haciendo que su preocupación y enojo aumentará

Hoy no había tenido un buen día en el trabajo, lo único que ansiaba era poder llegar a casa y dormir tranquilo al lado de su Omega, pero toda tranquilidad se esfumó cuando
al entrar al hogar que comparte que su lindo rubio, una joven beta le informo que el pecoso había salido de fiesta con sus amigos

Algo que no debía haberlo molestado, ya que siempre deja que Félix haga lo que quiera, pero ya eran las 3 de la mañana y no aparecía, algo que lo tenía al borde de la desesperación

Y si le pasó algo

Y si alguien le hizo daño

Y para hacerlo más complicado su lobo estaba demasiado inquieto, cosa que trababa de ignorar

Ya hiba para el décimo intento de llamada cuando escucho que alguien forcejeaba con la puerta, seguido de eso el Omega apareció en su campo de visión , haciendo que por fin pueda soltar un suspiro de alivio

_ ¡¡Se puede saber porque diablos llegas a esta hora!!_ quizás había sonado muy brusco, pero en ese momento no le importaba, estaba demasiado preocupado y enfadado como para pensar en sus palabras

_Y-yo...salí_ el Omega oculto sus manos detrás de el, la miraba que jeongin le dirigía lo hacía sentir pequeño y nervioso

_¡¡Ni siquiera me contestaste el teléfono!! Sabes lo preocupado que estaba

_lo siento se me acabó la carga_ el rubio solo agachó la cabeza centrando su vista en suelo

_ Lo siento, lo siento ¡¡Solo sabes decir eso cada que haces algo mal, sabes lo peligroso que es andar a esta hora tu solo!! _ su enojo parecía aumentar cada vez más_ ¡¡Y ni siquiera te tomaste la molestia para mandarme un puto mensaje avisándome de que saldrías y a dónde, en qué estabas pensando Félix podría haberte pasado algo!!

_ No lo hice porque sabía que no me darías permiso _ se atrevió a mirarlo a los ojos _ y estoy bien no me pasó nada

_ ¡¡Deja de pensar solo en ti, estás embarazado por dios!! Piensa en el bebé, en nuestro hijo, que hubiese pasado si te hubieras lastimado ¡¡Eres un irresponsable!! ¡¡Y todavía a una puta fiesta, dime por favor que no tomaste ni una gota de alcohol!!

_y-yo...no tome, solo quería divertirme_ las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, jeongin nunca le había gritado

_¡¡Divertirte, te parece que eso es divertido!!_ su corazón latía rápido, producto del enojo_ Dahyun tienes razón te he estado malcriando Félix

Al escuchas ese nombre Félix rompió en llanto

_yo...n-no...yo solo_ sus palabras fueron interrumpidas por el alfa

_Vete a la habitación y duerme, necesitas descansar

Aún que sus palabras ya no eran tan bruscas, podía notar un dejé de molestía, sin tratar de decir algo más trato de secar sus lágrimas y subió las escaleras rumbo a su habitación, se topo con Dahyun quien le dedicaba una sonrisa burlesca, quería borrarsela, todo era culpa de ella, desde que llegó a trabajar en su casa la beta no ha echo otra cosa que molestarlo y humillarlo y no se ha atrevido a decirle a jeongin, no está seguro si le creeiriá, Dahyun puede parecer una chica inocente pero la realidad es que es una persona cruel, capaz de hacer todo lo posible por conseguir lo que quiere y lo que Dahyun quiere es a Jeongin.
Al entrar a su habitación nuevamente las lágrimas volvieron a salir abriendo paso a los sollozos, mientras el tiempo transcurría la habitación parecía encogerse a su alrededor mientras sus manos comenzaban a temblar incontrolablemente. Su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho, como si quisiera escapar. Tragó saliva con dificultad, pero el nudo en su garganta y los sollozos no desaparecían. Cada respiración se volvía más superficial, como si el aire fuera demasiado denso para inhalar. Cómo pudo se acercó a una esquina de la habitación, se agachó y pego sus piernas hacia su pecho, pasando sus brazos alrededor de estás , de repente una sensación de asfixia lo invadió, haciendo que sus pulmones lucharan por cada bocanada de aire. La cabeza le daba vueltas y todo a su alrededor parecía distorsionarse, como si estuviera viendo el mundo a través de un cristal empañado. Sus pensamientos se volvieron caóticos, incapaces de concentrarse en algo más que en el miedo abrumador que lo consumía.