Parte 214

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El niño, que se parecía más a su padre que cualquiera de sus otros hermanos, bostezó, se tomó de la cabeza y finalmente contestó:

"Bueno sí... Ya me quiero dormir..."

Mientras intentaba que Arok lo cargara.

Un niño noble tenía que ponerse pijama y dormir en la cama.

Seguro él les hubiera enseñado que no estaba bien dormir en la sala de juegos porque había crecido con un padre estricto, no podía ni usar un sofá para descansar cuando era pequeño y no se le permitía sentarse en el suelo.

Olvidó cómo llorar porque ni siquiera le dejaban hacerlo ni por el hecho de extrañar muchísimo a su madre.

Pero, por otro lado, la familia del conde cayó y las costumbres de Bendyke, aunque reservadas, no eran muy estrictas de realizar.

Así, mientras enseñaba a sus hijos a dormir la siesta en sus camas, seguro también habría colocado cojines y una alfombra gruesa en este lugar por si no había más alternativa.

"Puedes dormir aqui, amor"

"Mamá, ¿Tú también estarás aquí?"

"Claro."

Sólo después de escuchar la respuesta de que permanecerían juntos, Jester bajó la cabeza como si se sintiera aliviado.

Dijo "Bueno, mami." Y se acomodó mucho mejor encima de él de lo que estaba hace unos segundos.

Entonces, con todo el cuidado del mundo, arrojó el libro hacia el cojín más alejado para tener los brazos libres.

Era tan grueso que requirió mucha fuerza pero, hizo lo mejor que pudo porque no podía dejarlo caer sobre los niños así como si nada.

Afortunadamente, el libro golpeó el cojín, se deslizó hasta el suelo, y se quedó en ese lugar sin hacer ruido todo el tiempo que le siguió a eso.

Pronto descubrió que era difícil respirar gracias a la princesa que yacía sobre su pecho y que los príncipes que colgaban de sus axilas y brazos no lo dejaban moverse más de un centímetro para acomodar bien su espalda.

Además, gracias a la temperatura corporal excepcionalmente alta de los tres, estaba tan caliente que sintió que había empezado a sudar y se visualizó en la prisión más feliz en la que había estado en su vida.

Un lugar donde estaba agradecido de poder cargar con este peso incluso aunque fuera difícil teniendo un cuerpo tan debilitado como el suyo, y un sitio en el que incluso se preguntó si llegaría algún día en que pudiera sostenerlos con un solo brazo y cargarlos de aquí para allá cómo lo hacía papá.

"Click"

Pero de pronto, el pomo giró y la puerta se abrió lentamente. Era Klopp, moviendo sus largas piernas paso por paso de modo que una brisa fresca atravesó el aire cálido hasta refrescarle la frente ligeramente húmeda a mamá.

"Con razón estaba tan tranquilo. Es la hora de la siesta de los bebés".

"..."

Klopp levantó a Blaine de Arok.

Intentó decirle que quería que se quedara allí un poco más, pero, no pudo porque cuando se lo quitó de encima hizo que pudiera respirar de nuevo.

Seguramente estaba forzando el cuerpo más de lo que debería para alguien con una condición apenas recuperada por lo que solo se dejó hacer.

Entonces, Klopp tomó a los niños en orden, de menor a mayor, y cuando recogió a Jester de último, Arok se levantó y lo siguió en silencio porque los dormitorios de los niños estaban frente a la sala de juegos de todos modos y no tenía que caminar una gran distancia como de la habitación a las escaleras.

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS II (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora