Parte 217 FIN

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Marta frunció el ceño y se disgustó cuando vio una oruga con muchas patas luchando por su vida.

"Además, en realidad es un jardín limpio y bonito gracias a las aves... Ojalá las rosas florezcan adecuadamente cuando ya no tengan a nadie que las vigile..."

Marta, que había estado charlando, de repente cerró la boca.

Después de tomar la taza de té transparente entre sus manos, bebió un poquito y la dejó finalmente sobre su regazo.

"El otro día, cuando fui al centro a comprar cortinas para mi nueva casa..."

Marta de repente dijo algo más, por lo que volvió su mirada hacia la otra persona y trató de hacerle notar que la estaba escuchando. Los ojos de Marta todavía miraban a lo lejos.

"Vi una cara familiar..."

"¿Una cara familiar?"

"Está muy desordenado y parece que está enfermo... Los años le pegaron de golpe ¿Sabes? Pero, aunque han pasado más de diez años, el rostro del anciano sigue siendo el mismo por lo que fue fácil dar con él... Lo descubrí de un vistazo.

Aunque no es un noble, tiene una apariencia más admirable que la de cualquier otra persona que haya conocido hasta el momento, y es muy, muy, muy famoso entre todos los vecinos de la zona residencial...

Hubo un tiempo en el que te estuvo buscando como loco, pero, luego se rindió... No lo sé... Creo que le hizo sentir más tranquilo pensar que te habías escapado alguna vez y que estabas en otro sitio que no fuera con Klopp."

"Ah..."

Se quedó paralizado. ¿Sería que Marta estaba hablando de él?

"¿Es... Hugo?"

Era una pregunta que no podía soportar hacer sin sentir que se moría de pena.

"¿Hugo está vivo?"

En lugar de responder, Marta miró en silencio a Arok.

Sabía que se trataba de él por la breve sonrisa que floreció amargamente en un segundo y que luego desapareció de su boca sin dejar rastros.

"No sé dónde vive, pero conozco una tienda de té que visita con regularidad... Escríbele una carta y yo se la dejo para que venga...

Además, aunque yo fui la que pasó por momentos difíciles al criar a seis bebés, él es el que parece como si le quedaran al menos nueve años de vida por lo que, estoy segura de que estaría muy feliz de terminar viviendo en el campo del norte junto con su amo."

En el momento en que terminó de decir eso, lloró tan fuerte que tuvo que sujetarse la cara.

"Ah, oh por Dios..."

"Pero no la hagas ahora... Porque todavía estoy aquí... Soy el ama de llaves de esta casa hasta el día de la mudanza así que no quiero pasar ni una sola hora con ese viejo molesto".

"Gracias Marta... Ah, muchas gracias... Yo... ¡No sabes lo mucho que necesitaba escucharlo!"

El día de la mudanza no estaba lejos así que, de ahora en adelante, podía aceptar de buena gana un poco del mal humor por parte de esa anciana tanto como quisiera.

No, ¡Podía golpearlo si tenía ganas! Nada sería suficiente para agradecerle por decirle que Hugo estaba vivo y bien, y ofrecerse a entregarle una carta en su nombre.

Quería colmar a Marta de besos interminables y agradecerle para siempre.

"Arok..."

"Dime..."

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS II (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora