veintinueve

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"¿Qué te pasa?".

Unos blancos claveles adoraban el florero de la habitación del Uchiha. Jin se había encargado de dejarlas hace apenas unos minutos.

Miraba la habitación con pereza, se compadecia si es que en algún momento Sasuke había despertado. Se quedó ahí por petición de su hermano, bajo la promesa de que él traeria a Tsunade.

Y claro, estar ahí adentro le había costado pelear con Sakura e Ino aunque finalmente la dejaron pasar por órdenes de Guy.

—¿Puedo entrar?

—¡Nee, abuela teníamos que ir primero con Tsuki-chan! —Se quejó su gemelo adentrandose en la habitación junto a la Senju.

—Deja de quejarte, Naruto. —Regañó Jin.

Luego de ello la sanin colocó su mano sobre la frente del niño, con delicadeza, una aura cálida y verdosa empezó a hacer efecto sobre él.

Una mueca de incomodidad se dibujó en sus facciones, sus oscuros ojos se abrieron y la Uzumaki tuvo que reprimir sus ganas de saltar por su estado.

—¡Hola Sasuke! —Saludó el niño.

La rubia menor analizó su rostro, estaba sumamente cansado a pesar de estar inconsciente durante semanas. Fue un impulso que no pudo reprimir y simplemente saltó a sus brazos bajo la atenta mirada de los otros dos pacientes.

—Gracias a todos los cielos, estaba muy preocupada por ti, tonto.

Uchiha colocó por instinto su mano al rededor de la cintura de su amiga, sin ninguna mala intención, sólo lo hizo.

—¡Vamonos abuela, voy a vómitar si seguimos aquí! —Escuchó que todos abandonaban la habitación y a pesar de ello en ningún momento lo soltó.

Fue casi como si necesitará abrazarlo. Aun adormilado el azabache sonrió levemente, los malos pensamientos desaparecieron y solo se dedicó a disfrutar el momento, más tarde quizás se burlaría de lo ridícula que se veía haciendo eso, aunque realmente no le disgustaba la sensación.

—Es bueno verte de nuevo, tarada.

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—¿Qué traes entre manos? —Cuestionó el azabache con los ojos entrecerrados. —Has estado todos estos días waquí conmigo como si me fuera a morir o algo, ¿Qué te pasa?

Había escuchado las experiencias de Jin durante ese tiempo.

"¿Ya te hablé de que me va a entrenar una de las sanin?"

Estaba seguro de haber escuchado esa frase al menos 17 veces en las últimas cuatro, pero de alguna manera le gustaba su compañía, después de todo, no tenía idea del paradero de Tsuki.

Hace unas horas la había visto preguntando por Naruto, y la rubia solo pudo decir que estaba intentando sacar a konohamaru de la oficina del hokage.

—¡Nada, solo estoy siendo amable contigo, malagradecido!

Jin apretó con fuerza la estrella que planeaba darle a Sasuke. Supuso que tal vez solo tenia que esperar a que el se recuperará, en esos momentos no estaba del mejor humor posible.

Quizás estaba más enojado porque a su hermana le habían permitido salir antes que a él.

Pero no era eso. Le gustaba escucharla, le gustaba pasar tiempo con ella, pero el solo recordar que Itachi estaba en búsqueda de los Uzumakis lo llenaba de repulsión, era en esos momentos donde solía actuar de forma grosera con ella.

𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀 - Uchiha Sasuke. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora