cinco

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“País de las olas”.

—¡Es lo mismo que yo opino! —Afirmó Tsuki luego de escuchar la opinión de su rubio compañero acerca de una trivialidad sin sentido. Cosas de niños.

Sasuke parecía atentó a la conversación, sabía de antemano que Naruto podía ser un pervertido, por supuesto, no quería que esas costumbres se le pegaran a su hermana. En cuanto a Jin, ella estaba muy asborta en sus pensamientos.

La caminata había resultado bastante tranquila hasta ese punto. —Maldito charco. —Siseó la rubia pues no se dio cuenta de ese, hasta que sus sandalias estaban mojadas. —¿Qué rayos hace un charco con tanto calor?

No hubo respuesta aunque el más alto del cuarteto ciertamente estaba de acuerdo con ella. No pudieron avanzar demaciado pues en menos de lo previsto, cuando los niños y el borracho lograron girarse el joinin a cargo se encontraba atrapado entre unas cadenas que fueron jaladas despedazado a Kakashi.

—¡K-K-Kakashi-sensei! —Jin se quedo inmovilizada casi sin poder moverse, sintió la muerte rozar su cuerpo en cuanto los asesinos de su maestro se posaron detrás de ella.

Un shuriken detuvo las cadenas obligandolas a clavarse contra un árbol cercano, el agarre fue reforzado por un kunai que se inserto en el hueco de aquella estrella ninja. Sasuke la había salvado.

En menos de lo que pudo ver, Naruto se acercó a su gemela mientras a su vez el Uchiha golpeaba las mejillas de los Shinobis, ello provocó que sus cadenas se rompieran, su atención se posó delante de la azabache quien actuó lo suficientemente rápido para colocarse delante del cliente.

—¡No se mueva! —Pidió ella, sosteniendo dos kunais como forma de defensa. Su hermano mayor rápidamente se colocó delante de ambos para protegerlos. Sin embargo antes de que los enemigos pudiesen terminar su ataque, Kakashi apareció nuevamente para neutralizarlos.

—Hey... —Cauturreó.

—Así que estaba vivo... —Murmuró la niña Uchiha mientras una gota de sudor bajaba por su frente.

Los Uzumaki miraron con detenimiento el lugar donde supuestamente habían descuartizado a su maestro, encontrando solamente un tronco.

—Jin, siento lo haberte ayudado inmediatamente. No quería que te lastimaran, pero creí que tendrías alguna reacción. —La niña chasqueó la lengua, quedó como inútil delante de todos, incluso de su gemelo. —Naruto, podríamos corregir que debiste quedarte junto con Tsukikari. —Las palabras de repitieron en su mente un par de veces. —Buen trabajo, Sasuke. Lo mismo para ti, Tsuki.

El niño rubio admiró a su amiga, estaba tan tranquila hablando con el Hatake, como si estuviera acostumbrada a ser emboscada miles de veces. Unos pensamientos parecidos cruzaban por la mente de la de coletas quien miraba al de ropas azules.

—Oye... no estás herida ¿verdad? —Jin apretó los puños con anticipación. —Miedosita.

—¡Maldito idiota! —Gritó con furia.

—Naruto, Jin, no se muevan. —Habló el Jounin. —Las garras de esos ninjas tenían veneno y a mi parecer aunque a Naruto solo lo rosaron, tenemos que sacarlo rápido. Tienen que abrir la herida y sacarlo, ¿Puedes ayudarlos, Tsuki? —Ella asintió acercandose a la mayor entre los dos pues su corte había sido más profundo. —Por cierto señor Tazuna, tenemos que hablar.

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Como si ambos rubios pensaran igual, y lejos de dejar que la Uchiha examinara los rasguños, los dos terminaron por clavarse un kunai en la mano. EI menor del duo prometio proteger a Tazuna con ese mismo kunai, mientras la fémina simplemente se jactó al ver la sonrisa del Uchiha.

—Naruto, Jin. Eso fue realmente grandioso, aunque si hubieran dejado a Tsukikari hacer su trabajo no estarían a punto de morir... —Ambos niños miraron a el resto y mientras que él entraba en pánico, su gemela no tardo en vendar su propia mano. —Seria buena idea que pararas en sangrado, en serio.

—¡No, no, no! ¡Soy muy joven para que todo acabe de este modo! ¡No, no, por favor!

—Muéstrame tu mano. —Indicó el platinado y así lo hizo.

—Creo que ambos son masoquistas. —Le susurró la azabache al de ropas azules.

—Tu también lo eres, tonta. —Ella parpadeó un par de veces ante el comentario del contrario.

—¿¡De que estas hablando?! A mi no me gusta que me peguen.

—Yo no dije que te gustará, pero supongo que eso lo comprueba.

—¡Sasuke!

—Por favor, Tsukikari. Cuando  tenías cuatro ignorabas que te pellizcara mientras hacías esa cosa tonta de dibujar.

—¡Tu eras un aprovechado!

La discusión continuó durante varios minutos, la misión se había tornado en una de mínimo, Rango B. A pesar de todo y gracias a la astucia del viejo hombre constructor, ya no podían volver a la aldea.

Agregado a ello estaba el caso de que ya no había una razón urgente como el veneno en la sangre de Naruto y Jin.

Básicamente iban a continuar a pesar de que los gennin no estaban capacitados para ello.

Más tarde, el equipo viajaba en un pequeño bote hacia la tierra de las olas. Bajo capas gruesas de niebla que apenas permitían ver algo.

Kakashi finalmente había logrado sacarle información a su cliente de una amble manera (Abandonar la misión si no obtenía respuestas).  El caso era que se vió forzado a pagar el rango C porque no tenía dinero para pagar un encargo de nivel A.

Los niños se entraron de que Gato, un hombre de los más ricos del mundo se encargó de tomar el control total de la transportación y embarcaciones eliminando a cualquiera que se entrometiera.

Sin embargo, la construcción del puente le quitaría el control de esa pequeña isla, por ello quería acabar con Tazuna.

A base de chantaje, él logró que no lo dejaran ahí tirado, usando como excusa lo tristes que estarían sus familiares. Mientras los menores de ambos hermanos no parecían muy gustosos por la idea de aquella mentira. Los mayores simplemente se mantenían en silencio, insultadose entre sí.

Hatake terminó aceptando mantenerlo a salvo.

—Odio a los mentirosos... —Escupió Tsuki.

—Y yo odio a las niñas chillonas, tontas, despeinadas, maleducadas...—Y pudo hacer seguido de no ser por su hermano quien la tomó de la cintura nuevamente.

—¡Suéltame Sasuke, haré que este viejo se quede callado!

—Ya les había dicho, no puedes acabar con un cliente.

—¡Deberíamos dejarlo aquí por mentiroso!

—Ya siéntate, tonta.

—¡No me digas "tonta", tonto!

𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀 - Uchiha Sasuke. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora