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Capítulo 137

Lin Fei no dijo nada.

Ji Leyu silenciosamente tomó su mano por la cintura, sin atreverse a encender la luz, así que tomó su teléfono móvil, se metió debajo de la colcha con la tenue luz de la pantalla del teléfono móvil y miró en silencio.

Al mirarlo, Ji Leyu no pudo contenerlo: ¡la luz en la pantalla del teléfono era demasiado débil y los detalles no se podían ver con claridad!

Pensó que ahora estaba debajo de la colcha, e incluso si encendía la linterna, mientras no entrara en los ojos de Lin Fei, no podría sentirlo, por lo que audazmente encendió la linterna.

Esta vez Ji Leyu vio claramente.

De hecho, era un pez.

El pez fue tallado con mucho cuidado, hecho de platino, y su forma era algo similar al colgante de jade que le dio a Lin Fei antes. La parte de la cola fue ligeramente modificada para hacerla más simple y elegante, y más adecuada para usar en el dedo. .

"¿Se ve bien?", Dijo una voz con calma.

Ji Leyu asintió y dijo agradecido: "Se ve bien".

De repente, como si se diera cuenta de algo, levantó la vista.

La luz blanca brillante de repente golpeó su rostro blanco y frío y, junto con la sorpresa en su rostro, fue bastante encantador.

Lin Fei:.......

Ese era él. Si fuera su padre, ya lo habrían despedido directamente.

"Apaga la linterna".

Lin Fei encendió la luz, "Esta es tu propia habitación, no necesitas ser tan astuto".

Después de terminar de hablar, sonrió como si hubiera recordado algo: "Otros atrapan a los violadores en la cama, pero a mí es mejor atrapar a los ladrones en la cama".

Ji Leyu:! ! !

¡Tú eres el ladrón!

¡Tú, ladrón de corazones!

Ji Leyu, enojado, hizo a un lado la colcha y se sentó, "¡¿No estás dormido ?!"

¿Por qué te despertaste de nuevo? !

Lin Fei dijo en tono tranquilo: "Ya estás representando el fantasma de medianoche aquí, ¿cómo puedo seguir despierto?"

Ji Leyu:.......

Lin Fei levantó la mano, "No es que no te dejaré verlo. Puedes verlo si quieres".

Ji Leyu volvió la cabeza y dijo: "¿Quién quiere verlo?".

"olvídalo."

Mientras hablaba, bajó la mano a modo de gesto, y Ji Leyu inmediatamente extendió la mano y la agarró.

Lin Fei se volvió para mirarlo.

Ji Leyu:.......

"Entonces, como me dejaste echar un vistazo, naturalmente quiero echar un vistazo", levantó la barbilla, "Sabes, siempre escucho lo que dices".

Lin Fei asintió y dijo cooperativamente: "Eso es porque eres muy bueno".

Satisfecho, Ji Leyu tomó su mano y miró cuidadosamente el anillo en su dedo.

Ahora que las luces del dormitorio están encendidas, no es necesario mirarlo en un ambiente oscuro, por lo que el anillo luce aún más hermoso.

A Ji Leyu le gustó por mucho que lo viera, así que no pudo evitar tocarlo.

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