"Incluso cuándo nadie este mirando, hacer lo correcto siempre es la verdadera y única opción".
Lugar: Escuela Tsujido
Fecha: 7/04/2010Era el esperado ingreso a clases, lugar en qué la mayoría de jovenes de nuevo ingreso se espera estén ansioso. Cosa que sería muy cierta con aquella chica presente, qué no sabía a dónde ir.
En ese pasillo qué en su vista parecía tan grande, su mente se perdía en "líos" mentales consigo misma.Pensaba la chica:
"¿Me veré bien? ¿Estaré lista? ¿No seré la rara?"
Mientras iba llegando a la clase, dónde comenzaría la historia de cómo ella...La chica al intentar poner su mano en la manilla de la puerta, se cruzaría con la de otra persona.
En seguida quitaría su mano, y llevaría su vista a la de aquella persona.Era un alto chico de pelo rubio, con unos ojos grises. Éste solo haría un gesto de saludo con su mano, y entraría al salón. Como si no le hubiese importado lo más mínimo.
La chica no sé quedaría atras, que a pesar de la "escena" que hizo por su torpeza de no levantar la mirada. Entraría detrás de él.
Dejándose ver a la clase, como una chica de baja estatura, cabello largo que llegaba hasta un poco debajo de la cintura. De un color café claro.
Pero lo qué más destacaba en si, eran sus ojos, porque uno era completamente hermoso, de un color azul, y el otro con la pupila completamente apagada por ceguera.El chico pasaría admirado por las chicas, e impresionado por los chicos, porque aparentemente ya tenía algo se popularidad en la zona. Y la chica sin pena ni gloria, iría a sentarse en su asiento.
En el que al paso de los minutos parecía un cementerio, al nadie acercarse a ella a hablar. Pero por una razón, "nadie la conocía" porque esa preparatoria es común de qué los alumnos de las secundarias cercanas ingresen a ella, y ella al no ser de ninguna, fue excluida.Estaba apunto de llegar la hora del comienzo a clases, cuándo alguien toco su hombro, mientras esta estaba entre sus brazos con la mirada abajo.
Levantaría la mirada para ver a un chico, que tenía con una sonrisa en su rostro. Y diría:
"Oyeee, tienes eso igualito a mi,¿Cómo te llamas?"Ella suspiro, puesto el chico tenía heterocromía teniendo un ojo de color rojo y otro verde.
Sabía que era su oportunidad y no podía desperdiciarla, debía relacionarse con ellos, así que esta dándose valor al ser tan tímida. Golpearía de su asiento, para después levantarse y girarse hacía el."¡¡Soy Horo!! "
Toda la clase voltearía a verla con tal grito, creandose murmullos en el lugar. Dónde la vista de unos cuantos ya, se había quedando con atención a la chica.
Fin del Prólogo

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El caer de los cerezos
RomanceHistoria de la vida diaria de dos personas que por "obra del destino" terminaron encontrándose.