servizio militare

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Servicio militar


•Ambientado en el último cap de hit viral.
•Sexo entre adultos! Sexo sin protección. Sexo oral (f! Receive) Mención de alcohol.

Horrible la descripción, depsues la arreglo jajajaj


Recoges a tu novio Taehoon de una fiesta, en la que se emborracho como si no hubiera mañana y él te da las buenas noches.




[...]



Con un resoplido dejas caer las llaves en el pequeño bol de la entrada, limpias el sudor de tu frente con tu antebrazo y tu vista cae al pequeño escalón de la entrada. Taehoon está sentado allí, luchando con los cordones de sus botas militares.

Apoyaste en un costado su mochila, la cual cargaste desde el centro hasta tu departamento porque él estaba tan borracho que apenas podía mantenerse en pie, te dolía la espalda y el sueño hacía que te pesaran los ojos.

Te arrodillaste delante de él, empujando sus manos inútiles, comenzando a deshacer el nudo de una bota, luego de la otra y quitándole una mientras él se encargaba de la otra. Escuchabas sus parloteos, cantando alguna canción que se le había quedado pegada en la boda de su amigo, sonreíste afianzando el agarre en su torso mientras lo ayudaste a caminar hasta tu habitación.

—Te amo, te amo, te amo…— balbuceaba desde la cama, sentado erguido como si aún estuviera en el servicio militar. Le respondes que tú también lo amabas, quitando botón por botón de su camisa. —Beso… no te rías, bebé… dame un beso —

Negaste con una sonrisa ante su demanda, tratando de lucir amenazante con su ceño fruncido.

—Apestas a alcohol, te ayudaré a cambiarte la ropa y luego te cepillaras los dientes —escuchaste sus quejas, deslizaste la prenda por sus hombros y la apoyaste en la mesita de noche. —. Entonces ahí te daré todos los besos que quieras, ¿Sí? —.

Asiente sin tener elección, tomando tus manos cuando se las extiendes, lo dejas de pie en medio de la habitación antes de ir hacia el ropero, buscando uno de sus pantalones que haya quedado allí. Estabas segura de que había uno, lo habías visto hace dos semanas pero no recordabas dónde lo habías dejado.

Hasta que luego de cinco minutos lo encontraste, estaba casi en el fondo, comenzaste a irritarte cuando Taehoon empezó a quejarse en voz alta que quería más alcohol, bailando tontamente al ritmo de una música que no existía.

Eran unos pantalones a cuadros en blanco y negro de algodón, seguramente más cómodo que esos que vestía ahora.

Apoyaste las rodillas en el suelo, desabrochando su pantalón y bajando la cremallera, todo ante la mirada atenta de Taehoon, que se lamía los labios y comenzaba a calentarse malinterpretando la situación. Cuando tus pequeños ojos lo vieron con inocencia solo hizo que se polla se pusiera más dura, el solo roce de tu mano cuando le bajaste los pantalones lo hizo gemir desvergonzadamente en voz baja.

—¿Qué? —preguntaste con una risa.

Golpeaste sus tobillos con los dedos para que sacará los pies de la prenda militar, antes de ponerle el pantalón de algodón y ayudarlo a subirlo. Cuando te pusiste de pie lo primero que viste fue su pequeño puchero, tratando de lucir lindo para que le dieras lo que quería. Pero no funcionó contigo, al menos no ésta vez.

Enganchaste los dedos en su camisa de compresión negra y también se la sacaste, tomando una que te pertenecía, la primera que tenías al alcance era de la Juventus con el número veintiuno. Le quedaba algo ajustada, definitivamente había crecido en más de una manera durante el servicio militar.

Oneshots -S.TaehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora