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Yoon Seoyeon había esperado veintiún años de su vida por ese momento, el momento perfecto para que un chico la invitara a salir, no solo salir, sino a tener una cita romántica.

Y no era cualquier chico, era nada más y nada menos que el chico más tierno y lindo que sus ojos hayan visto en su vida, Lee Heeseung la había invitado a salir.

Lee Heeseung era su crush desde la secundaria, creía que el destino se empeñaba en juntarlos en cada una de sus etapas, desde su adolescencia hasta su adultez Seoyeon había estado enamorada de ese tierno chico.

Y por fin sus deseos se habían cumplido y ahora tenía una cita con el.

Desafortunadamente, Seoyeon era la persona, por decirlo vagamente, con menos experiencia amorosa en el mundo. Tenía veintiún años y no había vivido siquiera la mitad de lo que la mayoría de sus compañeros de universidad tanto decían haber experimentado en sus años de colegio.

Y ahora, a una semana de su primera cita, comenzaba a sobrepensar sobre su nula experiencia en demasiadas cosas, siendo una de las más grandes su nula experiencia besando. Si mal no recuerda, Seoyeon ya había dado su primer beso, pero había sido un simple pico con otro chico hace como tres o cuatro años en una fiesta y por presión social, nada cómodo.

Seoyeon pensaba más en un beso, un beso real, con movimiento de labios, algo que no fuera un pico o un roce inocente.

¿Qué tal si se ponía nerviosa y dejaba babeado al chico? ¿Qué tal si por accidente lo muerde? ¿Qué tal que se pasa de confianza en sí misma y termina dando el peor beso de su vida? Todas esas preguntas rondaban su cabeza, atormentando su paz mental. 

Necesitaba ayuda, ayuda urgente y tenía a la persona perfecta para ello.

—No

—¿Qué?—Seoyeon le pregunta confundida, algo desesperada.—¿Por qué no, unnie?

—Somos amigas—Yooyeon le contesta tomando su mochila y comenzando a caminar al estacionamiento de la universidad.

—Pero...

—Pídeselo a Sohyun—Yooyeon aconseja.

—¡No!—Seoyeon se niega rápidamente.—Es mi mejor amiga, como mi hermana, tú eres mi amiga, tengo esa confianza.

Seoyeon y Yooyeon son amigas desde que comenzaron a hacer sus proyectos juntas, hace casi dos años, encontraron una comodidad y confianza para hacer trabajos escolares que comenzaron a una amistad en la universidad y fuera de ella, pero cada una tenía un círculo de amistades muy distinto que no se solía involucrar mutuamente.

—¿Estás tratando de decir que no somos cercanas?—La mayor pregunta con un tono que revelaba algo de molestia, aunque Seoyeon decide ignorarlo.

—Si, lo somos, pero sabes a lo que me refiero.—Seoyeon camina detrás suyo como si de un pequeño cachorro perdido se tratase.—Unnie, puedes ser tú quien me salve de la humillación de mi vida.

Yooyeon se detiene frente a su auto, suspira pesadamente.—¿Solo besos?—Pregunta.

Seoyeon sonríe y asiente eufóricamente emocionada.—Si, te juro que solo serán besos, nada más.

Yooyeon la mira un momento, parece pensarlo demasiado, Seoyeon incluso deja de sonreír y comienza a ponerse nerviosa pues la mirada de la mayor sigue sobre ella.

—Está bien, sube al auto.

Seoyeon da pequeños saltitos de felicidad y se dirige al asiento del copiloto para subir.

—¿A dónde iremos?—Seoyeon pregunta al ver a la mayor subir y encender el auto.

—A mi departamento, ni creas que te daré clases en medio del estacionamiento.

El camino es corto, el silencio por parte de Yooyeon no es notorio pues Seoyeon se había encargado de expresar todas y cada una de sus inseguridades respecto a que podría salir mal si el chico con el que saldría tuviera la iniciativa de besarla.

—Tu cuarto es lindo—Seoyeon le sonríe mirando alrededor.—Lo recordaba diferente.

—Concéntrate—Yooyeon le pide, la mayor toma asiento en la cama y palmea el lugar a su lado para que Seoyeon se siente también.—Solo quiero decir que no existen malos besadores, todos tienen gustos y formas de besar distintas.

—Tu tienes experiencia, confío en que me enseñarás bien.—Sonríe con emoción.—Anda, hazlo.

—Eres desesperada—Le sonríe con ternura.—Solo déjate llevar. 

Yooyeon se acerca, toma sus mejillas con delicadeza y antes de cerrar sus ojos puede ver a la menor hacerlo primero, sus mejillas se tornan rosas y eso acelera el corazón de Yooyeon.

Sus labios al fin se tocan, para Seoyeon, el sentir la piel de los labios de Yooyeon era como estar besando un algodón de azúcar, suave y dulce.

Pero Seoyeon no quería un beso normal, Seoyeon quería aprender a besar de verdad.

Mueve sus labios lentamente para dar a entender sus intenciones y en cuanto Yooyeon reacciona a ello la menor tiene una sensación de escalofrío, un escalofrío que recorre cada centímetro de su cuerpo. Desafortunadamente Seoyeon no puede reaccionar ante aquel movimiento.

—Estás nerviosa—Yooyeon le dice al alejarse.—Fuiste tú quien movió los labios primero, debes seguir el movimiento de los míos.

—¿Y si te muerdo? ¿Y si por accidente chocamos dientes?—Seoyeon pregunta algo alterada que hace reír a la mayor.

—No tiene porque suceder eso, escucha, estás pensando mucho en que no hacer en vez de disfrutarlo.—Acaricia la pierna de la más baja.—¿Cuando es tu cita?

—El sábado—Baja la mirada apenada.—¿Crees que vaya a querer besarme?

—No lo sé, los hombres son impredecibles, tan impredecibles como los animales.—Bromea.

—¿Crees que beso mal, unnie?—Seoyeon la mira a los ojos.

—Creo que te pones nerviosa—Sonríe.—Escucha, no te sientas mal por algo como esto. Acércate, vamos a practicar más.

Seoyeon vuelve a acercarse y Yooyeon regresa a sus labios, esta vez Seoyeon le hace caso y se deja llevar, no piensa en absolutamente nada más que en lo dulce que es Yooyeon besando.

Mueve sus labios lentamente al compás, comienza a sentir algo en el pecho, algún tipo de satisfacción.

Sus manos, que estaban quietas sobre sus piernas, suben al cuello de Yooyeon y lo rodean para entrelazarse en su nuca.

Yooyeon comienza a subir el beso y Seoyeon trata de seguirlo, necesitaba recuperar la respiración pero sentía que no podía alejarse, no quería.

Yooyeon se aleja primero con una sonrisa, siente el aliento de la manor chocar sobre su boca lo que provoca algo significativo para ella, una sensación extraña.

—¿Crees que si me besa pensará que soy una novata?—Pregunta tímida.

Yoon no podía alejar su mirada de los ojos ajenos, una mirada dulce y al mismo tiempo profunda, Seoyeon puede notar los ojos levemente oscurecidos de la mayor.

—Si lo besas así como me estabas besando a mí, no creo que piense eso, Seoyeon.

Seoyeon había salido de ahí contenta, aunque con una extraña sensación que no planeaba poner como prioridad en sus pensamientos, estaba feliz de haber superado su primer problema respecto a su primera cita.

Dating Problems || yooseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora