V

223 44 4
                                    


El timbre suena sin parar, desesperado, provocando algo de irritación en Yooyeon quien tiene que salir con rapidez de su cama para no causar molestias en los vecinos y regañar a la persona que esté haciendo tanto escándalo.

Pero al abrir la puerta y estar apunto de enfrentar a la persona, siente su cuerpo ser rodeado por los brazos desesperados por contacto de Seoyeon. Cierra la puerta y trata de caminar al sofá pero la menor se lo prohíbe.

—Perdón, unnie.—Le dice llorando.—No pude, no pude hacerlo. No me pude acostar con él. No lo disfruté. No estuvo bien.

—No tienes porque disculparte, Seoyeon, te dije que...

—No pude.—Levanta la mirada viéndola fijamente.—No pude hacerlo, no se sentía como cuando lo hiciste tú. Me besó pero solo podía pensar en cómo me besabas tú. Tomé su mano pero no tenía la suavidad y calidez de la tuya. Incluso cuando me llevó a su cuarto...—Vuelve a aferrarse a Yooyeon quien también se aferra a ella.—Incluso estando sentada en su cama no pude corresponder, no sentí nada. Ni con su toque, ni sus besos. Nada estaba bien, yo no estaba...—Se detiene avergonzada.

Yooyeon toma con delicadeza su rostro y la obliga a verla.—¿No estabas qué, Seoyeon?

—No me hagas decirlo.—Susurra viendo los labios de la mayor.

—¿No estabas dispuesta?

Seoyeon niega.—No, unnie, no estaba dispuesta.

Yooyeon une sus labios con desespero y Seoyeon le devuelve el gesto con la misma intensidad. Necesitada, necesitada de ese toque, de esa suavidad, de esa calidez y de ese sabor dulce que solo Yooyeon debía tener.

Caminan hacia el sofá cayendo ambas en el sin dejar de besarse y cuando el aire se vuelve una necesidad, se alejan agitadas.

—Entonces ¿No estás con el?—Yooyeon susurra sobre sus labios, sus frentes recargadas y sus ojos cerrados.

—¿Cómo podría? Ni siquiera estuve cómoda de camino a su casa.

—¿Seoyeon?—Ambas se alejan un poco y se miran fijamente.—¿Estás segura de que soy yo la razón de que no pudieras... llegar a nada con el?

La menor asiente repetidas veces.—Si, si, lo eres.

—Tal vez no estabas segura por otras cosas, incluso tal vez solo estabas cansada y...

Seoyeon niega.—No, no estaba cansada, no estoy cansada. Créeme. Solo puedo pensar en ti.—Deja un beso en sus labios.—Solo podía compararlo contigo, desear que fueras tú quien estuviese besándome, desearte completamente.

—¿Me quieres, Seoyeon?—Yooyeon pregunta.—¿Me quieres de esa forma?

—Te quiero como jamás pensé querer a alguien.

[•••]

—Tengo que pedirle perdón.—Seoyeon le dice a Yooyeon mientras ambas caminan hacia la cafetería.

—No, no tienes.—Yooyeon deja pequeños y cortos besos por el rostro de la menor.—Mejor vayamos a mi auto y...

—Unnie, al menos debo darle una explicación.—Seoyeon se detiene frente a la puerta del lugar.—¿Quieres ir conmigo o voy sola?

—Claro que iré contigo.

Ambas entran y buscan la mesa donde el chico siempre estaba sentado junto a sus amigos, al verlo, Seoyeon comienza a ponerse nerviosa y aprieta la mano de Yooyeon.

—Solo le diré que si puede venir, le explicaré que tal vez debí aclararle que no quería salir con él ese día y...

—O mejor nos vamos—Yooyeon trata de convencerla.—No le debes explicaciones.

Seoyeon se da la vuelta y asiente.—Cierto, no le debo explicaciones.

Ambas quieren regresar y salir pero el saludo alegre del chico las detiene, Seoyeon con vergüenza y Yooyeon enojada.

—Seoyeon, hola—Heeseung le sonríe algo tímido.—Quería pedirte perdón por lo del sábado.

Seoyeon asiente.—Si, entiendo. Yo quería disculparme por haber salido corriendo.

Yooyeon mira a ambos, esperando de alguna forma a que Seoyeon le aclare algo.

—Quería saber si te volvería a gustar, ya sabes, salir conmigo.—El más alto le sonríe, acción que Yooyeon detesta pues se siente ignorada por ambos.

—En realidad, aunque suene extraño, estoy con alguien.—Seoyeon levanta su mano entrelazada con Yooyeon haciendo sorprender al chico.

—Oh, lo siento, lo siento.—Heeseung mira a todos lados tratando de ver cómo huir sin verse como un ridículo.—Bueno, entonces, adiós.

Yooyeon toma a Seoyeon de la mano y sin decir nada comienza a caminar hasta el estacionamiento para entrar a su auto.

—¿A donde me llevas?—Silencio.—Yooyeon, dime al menos si vamos a ir a comer.—Silencio.—Ay, me caes mal.

Yooyeon y Seoyeon entran a la parte trasera del auto y antes de que la menor pueda decir algo, Yooyeon besa sus labios con desesperación.

Seoyeon, quien aun no se acostumbraba a besar tan bruscamente, trata de seguir el beso con la misma intensidad, aunque no puede, Seoyeon es más fan de los besos tranquilos y tiernos. Yooyeon sede al notar que la menor no iba a seguirle el juego y termina besándola al gusto de Yoon.

—¿Vas a decirme por qué me besaste así? Pareciera que quieres marcar territorio o algo.—Seoyeon ríe un poco, acaricia el rostro de la mayor con suavidad para mantenerla tranquila.—Espera ¿Estás celosa?

—Le gustas—Yooyeon baja la mirada—Y él te gustaba, te gustó por años ¿No crees que tengo razones para sentirme insegura?

Seoyeon niega.—Unnie ¿Dónde estuve anoche?

Yooyeon suspira.—Conmigo, pero eso...

—Me gustas tú, me atraes tu, te deseo a ti.—Seoyeon se acerca a su rostro haciendo que sus narices se rosen, algo que causa ternura en Yooyeon.—Unnie, estoy contigo.

La mayor deja un beso en sus labios.—Entonces jamás te podrás librar de mí, Yoon Seoyeon. Fui tu primer beso real y quiero ser el último para siempre.

Dating Problems || yooseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora