𝙏𝙧𝙞𝙜𝙜𝙚𝙧.. | [𝘏𝘠𝘜𝘕𝘐𝘕] (EN EMISIÓN).

𝙄'𝙢 𝙜𝙤𝙣𝙣𝙖 t𝙚𝙖𝙧 𝙞𝙩.

—¿Pasa algo?

—¿Qué tendría que pasarme?

—No lo sé. Desde que llegué haz estado algo raro.

Seungmin se levantó de la mesa, sin decir palabra alguna. Desde que Jeongin había hecho acto de presencia en aquel hogar había observado el comportamiento tan rígido y nervioso de su hermano. El Yang mayor se caracterizaba por ser un hombre parlanchín, bromista, algo inmaduro, pero ahora parecía que un gato le había comido la lengua.

Siguió los pasos del peli negro hasta llegar a la cocina, mirándolo tomar la esponja con jabón para lavar el plato sucio que recién había dejado sobre el fregadero. Sus manos se veían temblar mientras tallaba con cierta fuerza aquel pobre plato. Jeongin sabía que algo andaba mal, definitivamente.

—Seungmin...

—No pasó nada Yang, ya. Déjame lavar esto.

—Quizá puedes ser buen bromista, pero como mentiroso te quedas muy corto.—Aseguró severo.—Yo sé que algo te pasa.

—No quiero hablar de eso.

—Hyung por favor...—Tomó el hombro contrario mirándolo con súplica.—Yo quiero ayudarte pero...

—¡No quiero tu puta ayuda!

El Yang menor retrocedió unos pasos, atónito. Si bien como cualquier par de hermanos tenían peleas sin sentido y otras más serias, esta era la primera vez que veía a su hyung de esa forma. Tal alterado, como si hubiese cometido algún crimen.

—No quiero hablar con nadie ahora.—Dijo aquel con voz más calmada.—Quizá en otro momento pero ahora no. Necesito pensar.

El castaño solo pudo asistir, comprendiendo su sentir, tan solo un poco.
Decidió no decir nada más, sabía que si abría la boca de más terminaría jodiendo la situación por completo, y eso era lo que ambos menos necesitaban en esos momentos.
Salió de la cocina a paso lento, ni siquiera pudo terminar su cena, el apetito se le había esfumado después de aquella bochornosa escena. Caminó subiendo las escaleras hasta llegar a su habitación, cerrando la puerta con seguro y posteriormente recostarse boca arriba sobre el colchón, cerrando sus ojos sin intenciones de dormir.
Seungmin le preocupaba, por supuesto que sí, era su único hermano y jamás lo había visto tan consternado, al menos no en mucho tiempo. Sí, podían no ser tan cercanos como quisiera pero ambos tenían muy presente que en cualquier problema estarían el uno para el otro ayudándose, era un pacto. Bueno, pues el día de hoy su hyung lo había olvidado por completo, era eso o tal vez más tarde tendría la confianza para contárselo.

Esperaba que fuese pronto, porque ya era bastante tarde y Jeongin quería dormir tranquilo.

Pasaron exactamente quince minutos desde la pequeña discusión que habían tenido, cuando escuchó unos leves golpes sobre su puerta. Al abrirla, encontró el rostro preocupado de su mayor, quien sin decir nada le envolvió en un fuerte abrazo, uno que no habían tenido desde años.