Day 06: Date Night

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Me tomó más tiempo escribir este porque tuve como tres crisis de ansiedad por motivos ajenos. Jajaja. Ayuda :') Pero al fin les traigo actualización nueva. ¡Es el turno de Stolas de ser mimado!

Advertencia: Leve mención y presentación de un OC de mi autoría para Helluva Boss.

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06- Cita Nocturna

¡Al fin ya era hora!

Le había tomado semanas tener el valor de agarrarse las pelotas y finalmente tomar la decisión de invitar a Stolas a una cita.

Una de verdad y no una farsa creada con otras intenciones.

Porque realmente ya era hora de que su ¿pretendiente? se detuviera en su lugar constante de tomar la iniciativa a la hora de pedir citas y simplemente se dejara mimar. Era lo mínimo que Blitz podía hacer para demostrar que su tiempo juntos iba en serio.

Había discutido el tema con las pocas personas que sabía que no lo regañarían, o al menos no demasiado, por su ineptitud para ser romántico; y eso significaba que las "victimas" habían sido M&M y Fizzarolli.

Entre ellos tenían perspectivas muy diferentes de lo que podía ser una cita romántica sacada de alguna novela cursi adolescente para jóvenes de hormonas alborotadas. O como solía decir Blitz; la mierda que le gustaba a Stolas.

Moxxie era demasiado mojigato para su propio bien. Detallado, perfeccionista y exasperante. Le había recitado una normativa completa de qué cosas debía hacer o decir, cuales callárselas bajo siete llaves y se enfocó aún más en el objetivo de que no la cagara como siempre. Fue tal su hastío que antes de que pudiese llegar a las sugerencias de lugares para una cita, el jefe de I.M.P amenazó con despedirlo si no cerraba su puta boca.

Millie era más comprensiva y directa con sus sugerencias. Era hábil explicando lo que a Stolas podría gustarle si consideraba lo cursi y romántico que era en general, pero parecía tener una extraña fijación por "tomar al toro por los cuernos" de una buena vez. Realizar la apuesta completa aún a costa de poder perderlo todo. ¡Hasta le sugirió que le pidiera matrimonio!

¡Maldita sea! Apenas si estaban entrando en el terreno de las relaciones y esta mujer hecha una sicaria de tomo y lomo ya le estaba adelantando la película completa. Eso era imposible.

Y Fizzarolli no fue mejor que el par de tortolos acaramelados. Si bien podía dar buenas ideas de lugares en donde realizar una situación amorosa y que clases de gestos enamorarían aún más a Stolas, su concepto de esa clase de momentos siempre terminaba en un ligue de fetiche retorcido. Lo que empezaba como una cena a la luz de las velas, debía terminar con ambos debajo de la mesa probando alguna postura del Kama Sutra. Y aunque al diablillo sicario siempre le fascinaba una buena instancia de sexo con el príncipe de Ars Goetia mezclada con nuevas posturas que probar, sabía que esta vez no debía tratarse de coger como una prioridad.

No; él quería demostrarle a Stolas que se merecía más que todo el infierno; sino el puto universo completo. Cada estrella, cada destello y cada planeta.

Y debía conseguirlo aun siendo de la clase más baja del infierno y con el empleo más jodido de todos; un imp sicario.

Llegó a considerar que tal vez los consejos de sus empleados y su recuperado amigo de la infancia no le estaban ayudando porque todos esos idiotas ya gozaban de la plenitud de una vida amorosa estable, a diferencia de él mismo que apenas estaba en los brotes que echaban raíces y de por sí ya le era difícil no caer en la trampa de buscar envenenarlos como mecanismo de defensa instalado. No podía seguir las ideas otorgadas por las plantas que ya habían crecido hasta lo alto; necesitaba las palabras de alguien que estuviese en los mismos pasos primerizos o que de lleno no tuviera alguna relación firme, pero que tuviera la experiencia de saber cómo.

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