Construyendo nuestro Lazo

Day 02: Flirting

Y aquí finalmente les traigo el segundo capitulo de este especial sin terminar XD. La tecnología me quiso jugar mal, pero parece que fui más rápida por ahora.

(Créditos al autor del fanart)

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02- Coqueteo

Era algo que disfrutaba. No lo iba a negar.

No podía negar que en el fondo lo gozaba porque sentía que se las estaba cobrando a Stolas por las vergüenzas públicas que le había hecho sufrir en el pasado al coquetearle delante de cientos de individuos que lo terminaban mirando con confusión, asco o incredulidad cada vez que el príncipe halagaba sin disimulo alguno a su "querido Blitzy" y evidenciaba con sus comentarios de doble sentido o impregnados de deseo que algo se traían ambos en ese entonces. Situaciones en las que el diablillo solo rogaba que el infierno se lo tragara, lo matara o se lo cogiera. Lo que saliese más rápido.

Aunque esa práctica en la actualidad ya se encontraba abolida por respeto a la integridad de Blitz, este no tardó en darse cuenta de que esa vergüenza pública sufrida con anterioridad resultaba tentadora de provocar en el antiguo culpable.

Claro, el diablillo se abstuvo de usar esa sucia táctica en público frente a desconocidos de mierda o delante de los otros estirados con culo de plumero que pertenecían a la clase o linaje de Stolas. Esa táctica se la reservaba para pequeños bochornos en frente de gente de confianza.

Quién sabe por qué no imitaba totalmente la acción de Stolas.

Como soltar un comentario sucio con respecto a la última sesión de sexo entre ambos cuando se hallaban en una cita doble con Millie y Moxxie.

- No es difícil conocerte a profundidad... da igual si es arriba o abajo, es divertido descubrirlo.

Comentarios que causaban una reacción indignada de parte de Moxxie, una desvergonzada carcajada del lado de su esposa y un sonrojo escandaloso acompañado de un ulular desbordado de pudor por parte de Stolas, quien se cubría la boca para evitar gritar al respecto mientras su mano libre se empuñaba en su regazo al mismo tiempo que Blitz lo miraba fugazmente con una sonrisa torcida que solo gritaba una cosa.

"¡Esta es mi venganza, pájaro horny!"

Por supuesto, el matrimonio de diablillos no eran los únicos que terminaban escuchando esos comentarios lascivos...

Por supuesto, Fizz y Asmodeus también eran parte de la lista de víctimas de bochorno a propósito causado por Blitz. Aunque en términos del diablillo sicario, era una forma de cobrarles su hipocresía del pasado. Con la osadía incluida de musitarle por lo bajo a su recuperado amigo de infancia...

"¿Tanto te gustó joderme en Lujuria por esto? ¡Pues ahora trágatelo todo!"

Asmodeus solo soltaba sonoras carcajadas o silbidos ante esos coqueteos tan exuberantes que salían de la boca de Blitz. Aunque mayor deleite era ver la reacción de un Goetia renombrado cayendo en esas redes lujuriosas.

- No pueden evitar que hable así de este pajarito lindo. Digo... ¿Quién no querría comérselo? En especial allá abajo.

Claro que la diversión poco le duraba al pecado de la Lujuria, pues su pareja de inmediato exigía que Blitz se callara de una puta vez o en serio le rompería el hocico.

¡Demasiado delicado para ser el consentido de Asmodeus!

Pero más allá de las instancias incómodas que le divertía generar a sus cercanos como una forma implícita de cobrarles sus mañas o roces del pasado, tal vez existía el anhelo de poder presumir abiertamente que él mismo también había logrado encontrar la otra mitad de su corazón.

¡Irónicamente en las manos de un príncipe!

Solo que... todavía sentía que era indigno de hacerlo.

Su cabeza constantemente le arruinaba su paz mental y enamoramiento aceptado con la idea venenosa de que más pronto que tarde, Stolas se hartaría de él y lo desecharía como la basura que realmente era.

¿O acaso ya lo tenía asumido y la raíz de sus coqueteos desinhibidos se hallaba en la ansiedad de acelerar el proceso de ruptura entre ambos?

¿Que, Stolas se quitara de una vez las gafas rosas y viera con quién realmente se estaba enredando?

Tal vez así un día el príncipe se daría cuenta luego de tantas instancias vergonzosas que Blitz era muchas cosas, pero no un buen candidato para una relación amorosa. Que por más que supiera como complacerlo en la cama, no había nada más allá de lo que podía servir; no más que un juguete travieso.

Y así finalmente escogería la opción de echarlo de su vida para siempre.

Pero al parecer su estrategia siempre se arruinaba.

Porque Stolas nunca se hartaba de sus coqueteos sucios y posterior al arranque de sonrojo de su sexy cara en forma de corazón, siempre se reía con gesto travieso y respondía con entusiasmo a sus palabras torcidas.

- ¡Oh Blitzy~! ¡Eres tan insaciable!

Algo que el diablillo siempre respondía con un gesto de ojos en blanco y una posterior sacada de lengua cual niño maldadoso.

Pero las respuestas del búho a sus intentos ocultos de posible autosabotaje no eran lo único que siempre trancaban sus planes de terminar con su propia felicidad.

Pues todo se le complicaba aún más cuando estando a puertas cerradas, Stolas se desmedía en muestras de afecto con su querido diablillo. Apenas el mundo exterior dejaba de tener los ojos en ambos, el príncipe dejaba de reprimirse por completo y solía arrojarse en una avalancha de gestos dulces con Blitz. Siquiera era algo sexual. Le encantaba agotarlo a besos y colmarlo de abrazos enormes mientras no dejaba de murmurar un sinfín de apodos empalagosos como su propia estrategia de coqueteo.

Era un curioso fenómeno de polos opuestos que se terminaban atrayendo cada vez más como un clásico ejemplo de física.

Mientras uno usaba el coqueteo lascivo como una estrategia secreta para sabotearlo todo y terminar con todo antes de que doliera, el contrario lo usaba como una forma de asegurarse de que su otra mitad nunca olvidara lo mucho que lo adoraba con cada fibra de su existencia.

Era el fenómeno más extraño que el infierno podría llegar a conocer.

Y donde todavía se desconocía si alguna vez, uno de los dos lados cedería.

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¡A estos dos les gusta jugar al tira y afloja! ¡Niéguenmelo!