prologue.

192 22 5
                                    

Yunho y Mingi se conocen desde que tenían ocho y siete años, estando en el tercer grado de primaria. Ninguno lleva la cuenta exacta pero son amigos desde hace muchísimos años y se conocen casi como si fueran hermanos de la misma madre. Aunque esa comparación no encaja adecuadamente con ellos, pero eso es un punto y aparte.

Yunho a sus veintiún años aún recuerda a la perfección el primer día que vio a Mingi en el patio de juegos de su escuela primaria, sentado en una de las pequeñas y más apartadas mesas de todo el patio; comiendo solo y sin ninguna clase de compañía.

Al pequeño Jeong Yunho de ocho años le parecía completamente extraño aquél niño. Nunca antes lo había visto por ahí, aquella era la primera vez y eso era aún más extraño porque él conocía a todos los niños y niñas de la escuela. Sin mencionar que el aura que transmitía el pequeño de cabellos oscuros y rizados era bastante rara, a su parecer necesitaba algo de compañía y risas para que eso cambiara al menos un poco.

Así que sin dudarlo, Yunho se acercó a él como el gran niño social y chismoso que era. Solo quería presentarse y conocerlo, ¿qué podría salir mal? ganaría un amigo más, pensó.

Pues pensó mal.

Yunho pasó todo su recreo sentado al lado del silencioso Mingi tratando de entablar una conversación, fracasando en el intento y sintiéndose muy mal porque esta era la primera vez en sus cortos ocho años de vida que sentía el rechazo de alguien más.

Sí le había dolido mucho. Incluso había llorado al llegar a su casa y contarle a su mamá lo que había pasado, explicándole que nunca había conocido a un niño tan grosero como lo era ese tal Mingi.

Sin embargo, a pesar de que lloró mucho y sintió mucho odio y enojo hacia Mingi, nunca se rindió. Él era un pequeño muy insistente así que nunca bajó los brazos y pasó las próximas cinco semanas sentándose junto a Mingi durante todo el recreo, hablándole sobre cualquier cosa que se le viniera a su pequeña cabecita y preguntándole cualquier cosa que se le ocurriera, sin obtener nunca una respuesta.

Hasta que increíblemente un día, el pequeño y tímido Song Mingi le contestó a una de sus miles de preguntas -de forma muy inesperada- durante el receso mientras ambos comían fruta picada. Ese día fue el mejor día de la vida de Yunho porque por fin había conseguido que el niño que no le dirigía la palabra a nadie más que a sus maestros, le hablara.

Obviamente después de esa ocasión Mingi y él se volvieron amigos inseparables. Comían juntos, jugaban juntos durante su tiempo libre, pintaban juntos en el libro para colorear de princesas de Mingi, dibujaban juntos en su libreta de spider-man e incluso iban al parque juntos con sus mamás cuando estas les daban permiso.

Sí, definitivamente ellos estaban hechos para ser mejores amigos.

Incluso ahora que ambos eran unos adultos y estaban en la universidad seguían llevándose bien y hasta incluso mejor. La dinámica no había cambiado mucho entre ellos, ambos seguían siendo polos opuestos: Mingi un muchacho bastante callado y tímido y Yunho un chico bastante social, carismático y risueño.

Eran polos opuestos en varios sentidos pero de cierta manera lograban congeniarse tan bien que parecían almas gemelas...o el menos eso era lo que decían sus amigos.

Solo que había un detalle. Un detalle bastante pequeño que nadie más que ellos sabían y eso era su verdadera relación. Para los ojos de sus amigos, familia y compañeros de la universidad eran mejores amigos que se llevaban extrañamente bien a pesar de la abismal diferencia entre personalidades, pero desde adentro la situación cambiaba.

Desde adentro, en los ojos de Mingi y de Yunho las cosas eran muy diferentes.












"며﹑kɑppuru﹕﹪"
𝗬𝘂𝗻𝗴𝗶.

며﹑kɑppuru﹕﹪ | 𝗬𝘂𝗻𝗴𝗶❕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora