며﹑kɑppuru﹕﹪ | 𝗬𝘂𝗻𝗴𝗶❕

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Era miércoles a la hora del almuerzo cuando Yunho soltó un enorme suspiro e hizo una mueca de fastidio mientras cerraba su casillero con más fuerza de lo normal.

- Vamos Yunho, tienes que venir. Todo el equipo irá -insistía la persona que ahora caminaba a su lado a paso rápido.

- Wooyoung ya te dije que no. Le prometí a Mingi que llegaría a su casa ese día, tendremos una pijamada y veremos películas -responde con simpleza sin voltear a verlo.

- Mingi y tú hacen pijamadas todos los fines de semana, por esta vez no hagan nada y ven a la fiesta. Por favor, estarán todos los miembros del equipo y más personas de la universidad, será una fiesta genial no puedes perdértela.

- Sí puedo perdérmela y me la perderé.

- Yunho -volvió a llamarlo, obligándolo a detenerse esta vez- Mingi no se enojará si le dices que hagan la pijamada otro día.

El castaño suelta una pequeña risa nasal y acomoda mejor sus anteojos sobre el puente de su nariz.

- No se enojará pero tampoco le gustará.

- Diablos, solo será una vez. Nunca antes le has cancelado alguna salida o juntada, es más, a quienes más dejas en el olvido es a nosotros. Nunca quieres salir con el equipo a menos que Mingi vaya, ¿es mucho pedir que por una vez nos pongas en primer lugar?

Yunho agacha la mirada para ver de frente a su amigo de baja estatura y ladea un poco la cabeza mientras entrecierra los ojos, pensando: Si te dijera que pongas en segundo lugar a tu novio me mandarías al demonio.

Tiene aquél pensamiento a punto de salir de su boca pero se ve en la obligación de morder su lengua y soltar otro suspiro para contenerse.

- Mi respuesta seguirá siendo no. Ya he quedado con Mingi y no voy a cancelarle, así que diviértanse mucho.

Finaliza y termina alejándose a pasos rápidos antes de que su menor continúe en su tarea de cabrearlo y darle dolor de cabeza. Lo último que alcanza a escuchar es un fuerte suspiro de resignación de su parte y una maldición para su persona antes de que sitúe su existencia completa en otra persona.

Sonríe para él mismo cuando observa la conocida cabellera oscura y ondulada de Mingi a lo lejos.

El chico está sentado en una mesa apartada del cafetín, completamente vacía y sin nadie a su al rededor. Típico de Mingi, piensa para sí mismo mientras se acerca hacia él a paso ligero pero seguro.

Por suerte nadie lo interrumpe en su camino y logra llegar a su destino, sentándose con confianza al lado del muchacho que viste completamente de negro y tiene audífonos puestos con música a todo volumen.

Rápidamente el contrario se da cuenta de su presencia y se quita los auriculares para prestarle su completa atención.

- Hola -saluda el menor con simpleza.

- Hola, Mangi -le devuelve el saludo con una amplia sonrisa que es bien apreciada por el otro- ¿Por qué estás tan solo hoy? ¿Dónde están los demás?

- ¿Demás quienes?

- San, Yeosang y diría que Wooyoung pero acabo de librarme de él hace solo unos segundos -comenta rodando los ojos y apoyando uno de sus codos sobre la mesa.

- ¿Qué quería esta vez? -pregunta con geniuna curiosidad, apartando su sándwich a medio comer y cerrando el libro que estaba leyendo hace unos minutos.

- Sigue insistiendo con la fiesta del equipo de basket que habrá este fin de semana.

- De nuevo con eso -hace una mueca y se cruza de brazos, pensativo- deberías de ir si tanto insiste. Dale el gusto por esta vez.