Jungkook nunca se negó a sí mismo nada, y ¿por qué debería hacerlo, si su condición se lo permite? Sin embargo, no todo en este mundo se puede comprar. Y se convence de ello cuando sus amigos le ofrecen una apuesta: seducir al chico más corriente de...
"Ni siquiera lo sé, es más propio de ti que de mí". "No estoy seguro si debería ir allí", el rubio está esperando a Jungkook en su café y hablando por teléfono con el director de su curso y su amigo de medio tiempo, Kim Taehyung. "Jimin, siempre me ayudas con la organización, pero nunca expresas el deseo de unirte", la voz aterciopelada del otro lado exhala con cansancio, "eso no es posible". Jin-hyung se va, todos se van, ¿Qué estás haciendo? ¿Estarás sentado en casa viendo Mujeres desesperadas? — ¡No es la peor opción, considerando que amo esta serie! - Hyung, basta. Jin-hyung realmente me pidió que te convenciera para ir. Es como el huevo y la gallina corriendo contigo, ¡ten conciencia! Será divertido... Vamos a Jeju todos los años. No se esperan incidentes. - Oh, Tae, ¿entiendes la palabra "no"?... - No", Kim sonríe claramente al otro lado de la línea, riéndose con satisfacción, "piénsalo, hyung". Te pido que te diviertas por una vez en tu vida.
El rubio murmura algo más, y luego se despide borrosamente de su amigo. Su conciencia y su estatus no le permiten estar presente en las fiestas estudiantiles, donde habrá un mar de libertinaje, música alta y alcohol. Jimin frunce el ceño y se entierra en el libro de texto, pero las letras flotan ante sus ojos y sólo la voz de Kim Taehyung está en su cabeza. Esto da muchísimo miedo, porque un lado oscuro de Park quiere desesperadamente relajarse y sentirse como un tipo normal, divertirse con amigos y tomar un descanso de la imagen de un buen chico. -¿Cuál es el problema, hyung? — Jungkook se para detrás de él con dos vasos de café y muerde el anillo plateado de su piercing en el labio. Lleva un suéter fino negro y sus jeans rotos favoritos, un gorro rojo en la cabeza lo hace parecer más joven, aunque mucho menos. Se deja caer pesadamente en un asiento vacío y le entrega su café al chico. - Veo que quieres ir. "No, no quiero", Jimin se ajusta las gafas.
Habían pasado casi dos semanas desde que practicaban todos los miércoles y viernes. Jungkook resultó ser un excelente estudiante: captó el material sobre la marcha, redactó exámenes para obtener las puntuaciones más altas y entregó los trabajos pendientes al profesor. Jimin no estaba seguro de que esto tuviera el más mínimo mérito, ya que Jungkook aprendió mucho por sí solo de sus notas. Durante este tiempo, se volvieron bastante cercanos, ya que Jeon a menudo comenzó a llevar a Jimin a casa, a saludarlo en la universidad y una vez incluso se enganchó a una clase de economía. Ambos chicos estaban contentos con la comunicación informal y la amistad que creció increíblemente rápido. Lo único que no le gustó a Jimin fue la reacción de su hyung ante su relación con Jungkook.
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Jin siempre los miraba extraño y le decía a Jimin que no se acercara a él, pero él nunca explicó el motivo, solo se puso triste y fue con Namjoon, quien siempre estaba esperándolo. - Jimin, ¿a qué le tienes miedo? - le pregunta el más joven a quemarropa, tirando del libro de texto hacia sí y golpeándolo frente a la nariz del rubio, "Nadie te obliga a beber o a dormir con alguien". El viaje es sólo por tres días, siempre estamos Jin hyung, Taehyung sunbae y yo cerca, después de todo. "No le tengo miedo al alcohol, Jungkook". Y tampoco tengo miedo de estar solo", Jimin apoya la cabeza en su mano y mira por la ventana, admirando el clima despejado. Afuera era finales de otoño, así que el chico tuvo que ponerse el abrigo, no sin la ayuda de Jeon. Por lo general hacía calor en Corea en ese momento, pero el más joven prestó demasiada atención a la salud de su hyung, y Jimin hacía mucho tiempo que se había dado cuenta de que era inútil discutir. "Lo sé", asiente el moreno, "que tienes miedo de ser el centro de atención, Jimin", el mayor mira a su dongsaeng con ojos claros y arquea una ceja, "pero no da miedo, hyung". Es agradable. Es emocionante. Debes sentirte seguro cuando te miren, debes demostrarles que lo vales todo en este mundo.
Los chicos mantienen contacto visual y Jimin involuntariamente nota cómo los ojos de Jungkook se vuelven negros. Después de dos semanas de comunicación casi constante, el mayor casi se había acostumbrado a la presencia de Jungkook. El más joven siempre estaba ahí, ayudando y, curiosamente, dando los consejos adecuados. Ambos se dieron cuenta de que se complementan a la perfección: se reprimen cuando es necesario y, a la inversa, alientan y alientan cuando alguien necesita apoyo. Jimin ya no se avergüenza tanto en compañía del moreno, está acostumbrado a estas miradas amorosas de las chicas de la universidad, está acostumbrado al carácter un poco descarado del menor y a que Jungkook es bastante persistente si está interesado en algo." No soy tú, Jungkook". No puedo simplemente venir y mirar a todos desde arriba.
"Nadie te está pidiendo que seas yo, hyung". Sé quien quieres ser ", Jungkook sonríe alentadoramente y mira a Park a los ojos, "Ellos nunca sabrán lo que realmente eres, así que puedes hacer lo que quieras, decir lo que quieras, comunicarte con quien quieras". Y estaré ahí para apoyarte si pasa algo. Vamos, será divertido, Jimin. Acepta. Por mi bien, hyung, no me prives de tu compañía. Por favor", Jungkook sonríe ampliamente y lo mira profunda y devotamente a los ojos. Jimin siempre se avergüenza y se rinde ante esa mirada. Y ahora se muerde el regordete labio inferior, sin darse cuenta de cómo Jeon traga lentamente, con ganas de morder esos labios, y exhala. "Quizás podría ir una vez", el "sí" victorioso del más joven no tarda en llegar, Jungkook sonríe ampliamente con sus dientes blancos como la nieve, parejos, "si me prometes que estarás allí". - Te lo prometo, hyung. No te dejaré ni un segundo este fin de semana.
