(🌴) Aɱσɾ ҽɳ Lσʂ Aɳɠҽʅҽʂ(🌴) - [SASHARCY]

﹙22﹚! εїз

Las dos Waybright estaban por tomar el vuelo que las llevaría directo hacia Las Vegas, con maletas junto a uno de los mayordomos de la familia.

- Abue - hablo - tu crees que... ¿mamá no me pegara? - miro hacia abajo

- Mi niña ya te lo dije - se detuvo - todo va a estar bien, mientras yo este aquí para ti - la abrazo

La rubiecita menor tenia miedo de llegar a ese lugar que llamaba "casa", porque probablemente estaría su madre sentada, a punto de darle la peor gritada de su vida, una vez mas. El recuerdo de las última pelea que tuvo con ella fue por el mismo motivo que esta ahí ahora, y la incertidumbre sobre lo que le esperaba la llenaba de pánico.

- Gracias, abue - susurró, sintiéndose un poco más tranquila al sentir el amor incondicional de su abuela.

Ambas pasaron por el control de equipaje y subieron al avión luego de 1 hora. Depositaron sus maletas en el equipaje de la cabina y se sentaron. Sasha se coloco en uno de los asientos junto a la ventana, sus pensamientos la atormentaban

"Mi mamá me va a matar cuando llegue, pero debo valiente. Debo afrontar a mi madre y explicarle todo. No puedo seguir viviendo con miedo a ella, me importa un carajo si me deshereda, lo único que me preocupa ahora, es mi Marcy, y en como voy a decirle que me estoy yendo" - pensaba mientras observaba el avión empezar a volar recostada con la cabeza en la ventana - "Mientras no este, cuídate mucho, mi amor"

La Abue observaba a su nieta, si se le veía algo triste, mas que ella sabia que le gustaba esa jovencita trigueña.

"Mi pequeña galletita está creciendo y empezando a enfrentar sus propios problemas. Debo ser fuerte para ella, ser su guía, apoyo y no dejar que pase lo de la ultima vez, mientras este aquí, seré fuerte para ella"

Ambas permanecieron en silencio durante el vuelo, cada una con sus propios pensamientos y emociones. Luego de tres horas, aterrizaron en Las Vegas con la tensión palpitando en el aire. Descargaron las maletas, la rubia menor con mucho temor, y la mayor pensando en como decirle a su hija el diagnostico que le había dado el medico. El calor era sofocante y sentía de nuevo la mala vibra en el ambiente. Al salir del aeropuerto, se encontraron con una limusina blanca y un chofer con traje elegante, enviados por la madre de Sasha.

La chica reconoció ese auto lujoso, sintió un nudo formarse en su garganta. Su madre la esperaba en casa, lista para descargar su furia. Crystal, notando como su nieta estaba totalmente paralizada y algo pálida, la tomó de la mano y le brindo una linda sonrisa cálida. Las dos subieron al choche y se dirigieron la mansión.

Al llegar, la atmósfera era algo pesada. La imponente fachada era malditamente hermosa y lujosa, podría decir que hasta me cobrarían por mirar. Sash se aferró a la mano de su abuela con más fuerza. 

La puerta se abrió y Tatiana las recibió con una mirada fulminante. Su rostro era como una máscara de furia contenida.

- Mamá... - susurró, con la voz temblorosa sin mirarla

- ¡CÁLLATE! - le dio una cachetada - Ven aquí MARICONA - la agarro del cabello, su voz resonaba en toda la casa. - ¡SUBE A TU HABITACION, AHORA! - la tiro soltándola del cabello 

Nuestra rubiecita con lagrimas en los ojos y el corazón palpitando con fuerza, subió las escaleras.

- Me das vergüenza, Tatiana Waybright - tiro los análisis que traía en manos y subió las escaleras en busca de su nieta

Tatiana recogió el papel, y al abrirlo...

En la habitación, cuando llego Sash, observo su habitación unos segundos, luego se derrumbó sobre la cama, sollozando. Cuando su abue llego, se sentó a su lado, envolviéndola en un abrazo reconfortante.