𝒜𝓂𝑜𝓇 𝐼𝓂𝓅𝑜𝓈𝒾𝒷𝓁𝑒[🜲𝚃𝚊𝚟𝚎♥︎𝚖𝚞𝚜𝚜𝚘𖠋]

II

Ya era un nuevo día. El príncipe Roberto seguía durmiendo plácidamente, pero no duró mucho, ya que alguien estaba tocando la puerta.

-¡Príncipe Musso! Es hora de levantarse.- Dijo la sirvienta del otro lado del cuarto.

Como no tuvo respuesta, abrió lentamente la puerta, y asomó la cabeza. Notó qué Roberto seguía durmiendo. Decidió acercarse, y moverlo un poco.

-Príncipe...ya es hora de despertarse.- Habló nuevamente la mucama, esta vez logrando que el joven se despierte.

-¿Mhm?....- Fue lo único que salió de Roberto.

-Levántese. El desayuno está listo, y su familia lo esta esperando.- Fue lo último que dijo, ya que luego salió del cuarto, mientras cerraba la puerta.

Roberto se sentó en la cama, y se sobo los ojos. Se levantó, y se estiro un poco. Pasaron unos segundos, y salió de la habitación, para luego bajar.

Su familia estaba desayunando tranquilamente, y todos notan que Roberto por fin había bajando.

-¡Al fin! Ya creí que estabas muerto.- Dijo Ricardo. Marcela lo miró, y lo golpeó con su codo en el hombro. Luego, volvió a mirar a Roberto.

-Buenos días, hermano.- Dijo la chica. Roberto lo miró, y sonrió.

-Igualmente, hermana...bueno días.- Respondió el mayor de los hermanos, mientras se sentaba, y se frotaba las manos para comenzar a desayunar.

Santiago ya estaba despierto. Le estaba dando de comer a algunas gallinas que tenía, mientras su madre trabajaba. El siempre la ayudaba, ya que su mamá trabajaba mucho, no le pagaban lo mejor, pero bueno, algo para comer podían conseguir al menos.

Salió del corral, y se limpio las manos, estaba por entrar a su casita, hasta que escucha que alguien lo llama, y voltea.

-¡Santiago!- Era uno de los muchos jóvenes que había en el pueblo. También había otro, y su amigo Álvaro.

-¿Qué pasó, Gustavo?- Preguntó Santiago, mientras se acercaba a los chicos.

-Marrero, Álvaro, y yo. Iremos a tirar piedras al castillo...¿nos acompañas?-